En el Diario de Emprendedores nos encanta describirte propuestas revolucionarias dentro del mundo empresarial que te puedan ayudar a encontrar la inspiración que andas buscando.
Es por ello que hoy queremos hablarte de Mibu, un restaurante ubicado en el barrio de Ginza de la ciudad japonesa de Tokio que cuenta con una peculiaridad muy interesante: dispone de veinte metros cuadrados y ¡de una sola mesa!
El motivo es que Mibu es un restaurante exclusivo y muy selecto al que solo se puede acudir invitado por los dueños o siendo uno de los 300 socios de su club.
Un aspecto que lo ha convertido en uno de los restaurantes más exclusivos del mundo, y eso que ni siquiera aparece en las guías de viajes.
Además, esta original y rompedora entidad, creada por los emprendedores Hiroyoshi Ishida y Tomiko Ishida, no solo ofrece entre sus paredes los mejores platos de la cocina japonesa.
Y es que sus cocineros, todos ellos con varios años de experiencia en el sector culinario, utilizan la calma y la meditación propias del budismo para crear platos llenos de buenas vibraciones que constituyen no solo una delicia para el paladar, sino toda una experiencia sensorial.
Además, todos los ingredientes que se utilizan en el restaurante Mibu son de temporada y los menús varían cada mes.
Por otro lado, los privilegiados que tienen la suerte de ser invitados a comer en el restaurante Mibu de Tokio también tienen el privilegio de escuchar las canciones de una gran cantante de ópera mientras degustan los platos, los cuales se sirven sobre unos recipientes que poseen más de 300 años de antigüedad y que están valorados en más de 7.000 euros.
Nos encontramos, pues, ante una de las mayores muestras de exclusividad, sofisticación y elegancia que pueden encontrarse dentro del mundo emprendedor y frente a un proyecto que nos demuestra que, en el universo de los negocios, todavía queda mucho por inventar.
¿Te gustaría conocer más establecimientos de restauración que destaquen por su originalidad? si es así echa un vistazo a nuestro artículo sobre Buyandi.