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El comercio electrónico no para de crecer y batir récords. En 2021 experimentó un crecimiento superior al 10% con respecto al año anterior, por lo que se sobrepasaron los 57.700 millones de euros, según los datos que publica la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Y como ocurre en muchos otros sectores, la mayor demanda de los servicios que ofrecen las plataformas de comercio electrónico se ha traducido en un crecimiento de las actividades fraudulentas. Según datos de ESET —una compañía de software especializada en ciberseguridad—, los sitios web que se hacían pasar por plataformas de e-commerce representaban el 9,4% del total. Es más, los intentos de fraude online en España crecieron hasta un 11,3% durante el año pasado.
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Está previsto que el pago electrónico siga ascendiendo y que incluso alcance las 3 billones de operaciones en todo el mundo en 2030. En este escenario, es importante conocer cuáles son los fraudes más habituales para poder prevenirlos.
Phiship y Pharming
El Phishing y el Pharming son las dos formas más comunes que existen para suplantar la identidad. Por un lado, el Phising es reconocible porque los ciberdelincuentes engañan a los usuarios con correo electrónico spam para que realicen alguna operación fraudulenta, normalmente bancaria.
El Pharming es similar, solo que no es necesario que los consumidores accedan a ninguna página ni realicen ninguna operación. Para ser víctimas de esta práctica solo tienen que acceder a través de su navegador a una supuesta página que parezca original. Por eso, es importante comprobar siempre si la conexión es segura antes de introducir datos personales o bancarios.
Botnets
Se trata de los robots informáticos que se instalan en los ordenadores —normalmente a través de malware, de correo electrónico spam o una descarga procedente de fuentes inseguras— para hacer compras a través de la IP del usuario.
A menudo, los botnets tienen su origen en los países que suelen cometer delitos en compras online, ya que utilizan la IP de otro lugar del mundo para que parezca que la compra se ha realizado desde otro país. Es un fraude muy habitual en el ticketing.
Fraude de aliación
El fraude de aliación consiste en que los usuarios reciben una campaña con productos que aparentemente están rebajados. Sin embargo, se trata de una landing falsa y en absoluto son reales los descuentos.
Re-shipping
Para cometer este fraude necesitan dos personas: por un lado, la persona que realiza la compra online con una tarjeta robada y, por otro lado, quien recibe la mercancía. De esta manera, se evita que el primero sea descubierto y una vez recibida la mercancía, se le envía al comprador.
Account takeover
Con este método, el comprador obtiene los datos personales de un cliente y puede modificarlos libremente. Esto permite cambiar la dirección de entrega, el número de teléfono o el correo electrónico.