Entrevista a Montse Labiaga, fundadora de Fotografía eCommerce


Entrevista a Montse Labiaga, fundadora de Fotografía eCommerceHola, Soy Montse Labiaga, actual directora y fundadora de Fotografía eCommerce. Y digo actual por que como os imaginaréis no nací siéndolo.

De hecho, nací pequeñita, celiaca y con astigmatismo, entre otras cosas. Ahora tengo 27 años, sigo siendo celiaca y llevo gafas.

Mi astigmatismo, hipermetropía y mi ojo vago no me achantaron para meterme en el mundo de la imagen.

Desde que escogí mi carrera, Comunicación Audiovisual, me he movido en este mundo, yendo de aquí para allá. Experimentando campos y probando diferentes sectores.

Aunque la primera vez que empecé a valorar la fotografía fue unos años antes de ser universitaria.  A los 13 años.

Sucedió cuando le estaba enseñando a mi padre unas fotos de un viaje de Croacia, y se paró en una fotografía de un paisaje y me dijo que era un encuadre muy interesante.

Me lo repitió dos veces, y mi padre no es de las personas que repiten las cosas. Yo miré la fotografía de nuevo y no le vi nada en particular, pero si mi padre lo decía tenía que ser buena.

Esa pequeña observación me hizo fijarme muchas veces en aquella fotografía que colgué en mi pared. Y a partir de ahí empecé a poner algo más de esfuerzo en hacer nuevas fotos.

Mi segundo y gran contacto con la fotografía fue en el primer año de carrera, con la asignatura de Introducción a la Fotografía.

Ese año me compré mi primera cámara réflex analógica e hice mis primeras fotografías practicando las diferentes técnicas.

Durante toda la carrera me veía trabajando en el cine, como directora de fotografía. Sólo pensaba en la fotografía de cine.

Empecé a trabajar como becaria en una cadena nacional, Veo7. La beca se convirtió en contrato y estuve tres años.

De manera paralela, hice mis pinitos en el cine/vídeo, cortos, un largometraje… siempre pensando en la dirección de foto.

Me acuerdo que acabé algo desanimada por la cantidad de recursos que se necesitan para hacer las cosas bien, y sobre todo, del equipo de personas que tienes que juntar para hacerlo decentemente. No veía cómo desarrollar un proyecto fácilmente sin depender de un mínimo de 10 personas.

Yo quería hacer mis propias producciones y no depender de tanta gente para poder trabajar. Así que me decidí a hacer el Máster de Fotografía Internacional de Creación en la escuela EFTI.

Una de las razones por las que volvería hacer el Máster fue porque ahí aprendí a analizar mis fotografías, ahí me enseñaron lo que tenía delante de mis narices y nunca me había parado a analizar. Me apasionaban los espacios.

La mayoría de mis fotografías eran puramente arquitectónicas y de paisajes. Mi amiga Ángel, que en paz descanse, me preguntó una vez si me había fijado que cuando sacaba fotos de personas la mayoría eran a contraluz. ¡Y era verdad! Por algún motivo no nací para especializarme en retratos.

Por lo que desarrollé mi “don” para visualizar los espacios y surgió mi primer proyecto artístico Gravedad. No os haré ninguna introducción del proyecto, porque las fotografías es mejor verlas que explicarlas, pero puntualizaré que tuvo muy buena acogida y hubo galeristas interesados en la obra.

Ahí fue cuando creé mi marca personal Mon Labiaga, fotógrafa especializada en arquitectura e interiores. Pero la suerte (buscada) llamó a mi puerta y pude dejar mi trabajo en la televisión para ser asistente de uno de los fotógrafos publicitarios de más prestigio en España, Ángel Álvarez.

No he aprendido tanto en ningún otro trabajo o curso, como los dos años que estuve trabajando con él. Ha sido quien me ha enseñado a iluminar y a trabajar como fotógrafa.

Y no fue hasta Enero del 2013 que fundé mi primera empresa: Fotografía eCommerce. Pionera en España en ofrecer un servicio fotográfico a las tiendas online para fotografiar sus productos. Empresa por la que he dejado mi trabajo. Proyecto por el que he descubierto el mundo del emprendimiento y el del autónomo.

1.- ¿Qué te llamó la atención de ser Emprendedor? ¿Naciste o te hiciste Emprendedor?

Mmmm… ¿vale decir que ninguna de las dos? A mí me hicieron emprendedora. Más concretamente, José Carlos Cortizo, Director de Marketing en BrainSINS (mi pareja de hace años y años) sembró en mí la semilla del emprendedor (que mal suena eso :D).

Sinceramente yo nunca me imaginé siendo empresaria, y podría decir que no tuve conciencia de ser emprendedora hasta después de tener la web de la empresa hecha. Al principio lo veía como un sencillo proyecto, algo de fácil construcción, poco trabajo y tanteo de mercado.

Empecé la empresa con una sencilla landing y me sorprendió recibir algunas llamadas de gente interesada en el servicio, sin haber hecho nada más que una landing. Ahí fue cuando me di cuenta de lo que estaba creando. José Carlos me animó a ponerme más en serio.

Él es un ejemplo de persona que claramente ha nacido siendo emprendedor. Ya va por su tercera empresa creada y tiene sabios consejos que dar para alguien que empieza.

Por lo que escuché lo que tenía que decir y nos pusimos a construir una nueva web, la actual. Me ayudó a desarrollar un plan de negocio y empezamos a definir estrategias de marketing.

Ahí me di cuenta  de lo que significaba emprender. Recuerdo que durante los años en los que él emprendía, y yo era una cómoda trabajadora con nómina, no entendía que le dedicase tanto tiempo a su trabajo, noches y noches, más fines de semana.

Cuando empecé a dormir una media de 4 horas diarias, porque no eran suficientes las 24 horas que tiene un día, decidí dejar mi trabajo de media jornada y volcarme 100 % en mi empresa.

Sé que es muy pronto para decir esto, pero es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, y espero seguir pensando del mismo modo dentro de muchos años.

Por lo que contestando a la pregunta sobre qué es lo que más me llamó la atención de ser emprendedor, es que no se necesita más esfuerzo que tu propio esfuerzo. Un poco de dinero para arrancar. Y tiempo, tiempo y tiempo. Mucha dedicación.

2.- ¿Viven mejor los emprendedores?

Como todo en esta vida nada es blanco o negro. Hay un sinfín de grises. ¿Viven mejor los emprendedores? Depende. En ciertas cosas sí, en otras no.

La parte positiva y por la que yo me encuentro más a gusto emprendiendo es que soy más feliz. Crear algo de la nada e irlo sacando adelante con tus equivocaciones y con tus aciertos genera una satisfacción que no he experimentado en ningún otro puesto de trabajo.

Al principio pensé que sería aburrido dedicarme a la fotografía de productos, yo venía de la fotografía de arquitectura. Y no podía estar más equivocada. Las fotos que hago me resultan apasionantes porque yo he conseguido ese cliente, ese trabajo.

Mis noches sin dormir han generado trabajo. A las fotos que me encargan les pongo todos mis conocimientos y mi cariño, para luego llevarme la alegría cuando se las enseño al cliente terminadas y me dice que le encantan, que es justo lo que quería.

Esa satisfacción no te la da un trabajo de toda la vida, con una nómina fija al mes vaya como vaya la empresa.

Otro aspecto positivo es que no tienes sensación de rutina. Tú te organizas tus horarios, tus llamadas, reuniones, las sesiones de fotos…

Es una libertad que se agradece. Yo trabajo muchísimo desde casa, y una de mis sitios preferidos es trabajar en mi terraza con vistas al monte. Ahora mismo son las 23:00h de la noche y se está de maravilla.

Pero como nada en esta vida es perfecto hay aspectos negativos. Esa misma libertad horaria es una condena.

Porque tienes millones de cosas que hacer todos los días y llegan las 20:00h y aún te siguen quedando un montón, por lo que le dedicas muchas más horas y según mis amigos es insano. Yo no lo veo así.

Lo veo necesario. Aunque los días que estoy muy cansada pero sé que tengo que seguir trabajando no pienso así.

Otro aspecto es el económico. Cada negocio es un mundo y dependiendo de lo que estés creando puede tardar meses o años en generar beneficios.

Para los negocios como el mío, servicios, donde no se requiere una gran inversión de dinero se debería poder ver dinero pronto.

Pero no todos los meses son iguales. Hay unos que se cobran más, otros que menos, y otros pues que no ingresas nada.

Es recomendable tener cierto colchón del que poder apoyarte sino quieres verte agobiado de dinero y que ello te haga tomar malas decisiones. En resumidas cuentas soy más feliz pero tengo menos tiempo para el ocio y para visitar a mi familia

3.- ¿Tuviste excusas para no emprender antes?

Supongo que no tenía una idea, no veía qué es lo que podía emprender y emprender por emprender no es lo suyo. Aunque como ya he dicho nunca me había visto montando un negocio, lo veía demasiado lejano y no me veía con el perfil de emprendedor.

Lo de la idea de negocio es una razón fundamental, porque todos tenemos muchas ideas y mucha imaginación, pero esas ideas hay que llevarlas a cabo y dedicarle mucho tiempo, primero para ver si funciona y segundo para sacarla adelante.

Con la idea de mi negocio ya no me quedaron más excusas para emprender y me encanta. La verdad que ahora entiendo por qué hay cierta gente que su profesión es emprender.

Coge proyectos que creen interesantes, construyen una base sólida y cuando los motores ya están funcionando lo dejan para volver a coger otro proyecto y volver a empezar.

No digo con esto que me vea en este papel en un futuro, pero quien sabe, tampoco me veía a mí misma como emprendedora.

4.- ¿Qué es lo que más valoras de tu nueva vida como Emprendedor?

La realización personal. Sentirte que estás aportando valor al mundo, un granito de arena que forma parte del gran hormiguero que constituimos la humanidad.

Valoro mi independencia en las decisiones, y que los aciertos y los desaciertos sean míos, únicamente míos. Pero sobre todo, y por encima de todo lo demás, valoro mi felicidad.

Dedicamos más de la mitad de nuestra vida en el trabajo, debería ser imprescindible que el trabajo que realizas a diario te aporte algo.

Conozco mucha gente que va con desánimo al trabajo y vuelven quemados a casa día tras día. Yo no digo que yo me ponga a trabajar dando saltitos de alegría sobre un campo de margaritas, pero la actitud que tengo hacia mi negocio es de interés personal.

Es mi mente la que me pide trabajar en él, porque es algo que estoy creando y si yo no me pongo, no lo hará nadie.

5.- ¿Qué le recomendarías a alguien que se está pensando el empezar a Emprender?

Que se tome las cosas con calma. Emprender es muy bonito pero puede llegar a ser una auténtica agonía si se toman las decisiones erróneas.

Recomiendo un asesoramiento. En mi caso lo tenía fácil porque tengo a mi “advisor” bajo el mismo techo que el mío. Alguien que te guíe en qué es importante y qué no. Qué son las cosas que pueden esperar y cuáles son las que más prisa tienen.

Controla los gastos. Intenta que sean los mínimos posibles. Si puedes trabajar en tu casa, no alquiles una oficina.

Si puedes hacer tú el trabajo de dos, no contrates a una segunda persona.  Conozco casos de emprendedores que han invertido desde el principio mucho dinero en cosas que podían no necesitar en ese momento.

Por ejemplo, cuando empiezas no necesitas tener la mejor web del mundo. (Recuerdo que yo empecé con una landing). No puedes empezar a invertir dinero en Marketing, sin haber definido unas estrategias antes, y pretender que dé resultados.

Por ejemplo, por mucha publicidad que hagas en Google, si no has definido bien quién es tu target y las palabras claves, sólo estarás tirando el dinero.

No hace falta tenerlo todo perfecto desde el principio, tienes tiempo. Lánzate con lo básico, testea el mercado y ya irás afinando las cosas sobre la marcha.

Cada negocio es un mundo, tienes que saber qué tipo de negocio estás montando y a quién te diriges. Si lo que quieres es desarrollar una herramienta tecnológica lo más probable es que lo primero que necesites sea inversión.

Las primeras inversiones que se hacen suelen ser de FFF (Friends, Family and Fulls; amigos, familia y tontos). Si tal vez estés pensando en un negocio de servicios y tienes algún dinero ahorrado puedes empezar casi directamente por ahí.

Cuidado con la noria del emprendedor, es muy fácil emocionarse cuando consigues algo importante, y es muy común tomar decisiones erróneas generadas por esa emoción.

Pero las norias además de subir bajan, cuando te lleves un chasco, no te lo tomes como el fin del mundo, no pasa nada, de todo se aprende, la siguiente vez no fallarás ahí. Fallarás en otra cosa.

Por lo que las decisiones más sabias son las que se toman con la cabeza fría, bien meditadas y tranquilamente.


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