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Siempre que valoremos qué negocio podemos comenzar, además de tener en cuenta los nuevos tipos de clientes y empresas que surgen cada día debido a esta revolución industrial en la que estamos inmersos, debemos tener en mente y no menospreciar aquellos que hemos denominado “los de toda la vida”, como es el caso del taller de costura, por ejemplo.
Pese a lo que muchos puedan pensar, un buen negocio de futuro no es aquel que exprime a fondo las nuevas tecnologías y herramientas de comunicación (aunque, por supuesto, tampoco tenemos que desecharlas por completo), sino el que las implementa del modo adecuado para satisfacer las necesidades de sus potenciales clientes.
Así, hoy te hablaremos acerca de cómo empezar con un negocio “tradicional” pero que puedes adaptar a la perfección a la nueva realidad (sobre todo en esta época post COVID19): un taller de costura.
Como siempre que queramos emprender algo en la vida, ya sea a nivel profesional o personal, lo más importante siempre son dos aspectos indispensables: motivación y claridad de ideas en cuanto a nuestro objetivo.
- Si estás buscando ideas de negocio también puedes montar una empresa de asesoramiento financiero.
¿Cómo abrir un taller de costura?
Como siempre: tener claro cómo va a funcionar nuestro negocio, quién lo va a necesitar, cómo vamos a llegar a él y qué trabajo y soluciones vamos a ofrecer.
El primer paso, como en todo negocio, es conocer al detalle los recursos, de todo tipo: económicos, humanos, técnicos, etc., es decir, saber qué vamos a necesitar.
Todos sabemos que una de las principales razones por las que un negocio (sobre todo los de este tipo) no prospera es porque quien lo monta, sea por las razones que sea, no lo hace con una visión empresarial del mismo, sino que lo hace con la visión del que ha tenido desde siempre una relación con el sector de forma amateur y piensa que las mismas prácticas son válidas para montarlo.
Un ejemplo claro: si yo me encargo de hacer la paella familiar en mi casa cada domingo, por muy buena que me salga no puedo pretender que de la noche a la mañana voy a ser capaz de hacer 20 paellas un domingo en un restaurante.
Siempre hay que tener preparado un plan de negocio
En este plan tenemos que tener estudiada lo indispensable para crear nuestro taller:
- Inversión Inicial.
- Local donde ubicar el negocio.
- Gasto laboral.
- Trámites burocráticos.
- Estudio de mercado.
- Stock inicial / maquinaria que vamos a necesitar.
La inversión inicial es lo principal porque será lo que determine cuáles serán las condiciones en las que abriremos nuestro negocio.
Lo más importante es que sea limpio, claro y honesto para que a la hora de buscar financiación a las entidades bancarias les seduzca la idea y confíen en nosotros.
Esta cantidad se va a ver definida por los aspectos y características individuales de nuestra idea: ¿cuántos trabajadores vamos a ser? ¿En qué población vamos a tener que arrendar un local? ¿Qué impuestos / subvenciones que me afectan otorgan las autoridades en dicha localidad?
Además de estas cuestiones que son inherentes a prácticamente cualquier empresa, tenemos que tener en cuenta las relativas a nuestro sector: ¿cuántas máquinas de coser, remalladoras o bordadoras necesitaremos desde el principio?
Consultas con proveedores para proveernos de un stock inicial de telas, botones, maniquíes, etc. que necesitemos.
Si además vamos a dar cursos de costura, será esencial disponer de material inmobiliario para los alumnos o tener en cuenta el sueldo de la profesora que estará al mando de las clases.
Equipamiento y competencia
Para un negocio que esté empezando, y contando con dos profesionales, el equipamiento mínimo necesario será de dos máquinas de coser, una remalladora y una bordadora, además de un fondo de armario de telas y complementos que no tiene por qué ser muy grande al principio.
Una vez cubiertos estos factores internos, hay que tener en cuenta otros externos como la competencia: en mi localidad, ¿cuánta existe? ¿Quién ofrece lo mismo que yo? ¿Puedo hacerlo mejor y con mejores precios para el cliente?
La respuesta afirmativa a estas preguntas es lo que nos va a dar un valor agregado superior la competencia y lo que será nuestro valor diferencial que nos permita crecer.
Subvenciones y trámites
También hay que tener en cuenta un factor que en ocasiones puede ayudarnos mucho o significar nuestra tumba: la relación con la administración.
Recomendamos de forma encarecida que antes de dar ningún paso adelante del que no se pueda volver atrás en la creación de un negocio (por ejemplo, pedir un crédito a un banco) estudiemos a fondo la reglamentación que corresponde a nuestro sector a nivel provincial y autonómico.
Lo más importante: posibles trabas administrativas al otorgar licencias y posibilidad de optar a ayudas o subvenciones.
En el sector de la costura es por ejemplo frecuente que entidades de ayuda al autoempleo o de integración de minorías puedan ayudarnos.
Las posibles trabas vienen en la mayoría por el acondicionamiento del local elegido y los problemas en la adquisición de la licencia correspondiente pueda darnos.
En definitiva, abrir un taller de costura pese a lo que muchos puedan pensar en cuanto a que un negocio tradicional y analógico no puede tener futuro, es una opción más que viable que merece la pena ser tenida en cuenta si queremos dar un paso hacia nuestro propio autoempleo.
Si tienes pensado dar vida a tu propio negocio puedes abrir un taller de costura o aprovechar el campo para emprender.