Si al leer el titular te sientes identificado, entonces tienes un problema y te invito a una profunda reflexión.
No es el caso de Aimar, al que conocí hace cosa de 2 meses y que me encantó su forma de encarar la vida. Aimar es comercial en el sector inmobiliario. No vende pisos, sino edificios enteros. Aimar trabajó para Christies con sede en Londres y que se dedica a la intermediación de edificios enteros para inversores y hoteleros. Muy parecido a nuestra Renta Corporación española. Aimar al final se cansó y se independizó. Hizo lo que muchas veces hemos comentado. Trabajar de lo mismo pero para sí mismo. Y así fue como al llevarse sus contactos y know-how, que era suyo y no de la empresa, le permitió trabajar en aquello que conocía.
Los resultados no fueron los mismos, ya que bajo el paraguas de la empresa los ratios de efectividad eran mayores. Pero la clave no era esto, sino su capacidad de generar VALOR. Su salario era ahora de cero patatero, pero la comisión de la venta seguía siendo el 1% del importe final de la transacción. A los 4 meses le llegó su primera venta. Sobre 2 millones de euros, se llevó 20.000€. Y a los 10 meses cerró otra operación de 12 milllones de euros (120.000€ de comisión). Entonces se retiró momentáneamente porque su pasión era el surf y el wake board. Tenía el dinero que necesitaba y compró su propio tiempo.
Después de unos meses sabáticos, volvió a a trabajar de comercial en la intermediación inmobiliaria. Lleva dos años y combina su acción comercial con su pasión deportiva. Cada semana acude al pantano de Sau y a las playas de Sant Pere de Pescador en Girona. El mercado ha cambiado mucho y le cuesta cerrar las grandes operaciones. Se le caen muchas como él dice pero su estructura de costes le permite aguantar. En lo que lleva de año ha cerrado dos operaciones en Marruecos con una importante empresa española hotelera. Lleva 35.000 euros de comisión. Creo que va buscando la gran ola, la gran operación para volver a desaparecer por un tiempo.
Podríamos todos reflexionar sobre la forma de encarar por parte de Aimar su desarrollo profesional. A mi me parece genial y creo que todos, sin llegar al extremo de desaparecer, si deberíamos tener disciplina en tomar decisiones de ámbito personal para disfrutar mejor la vida.