Si alguien no lo tiene claro, que se prepare. La crisis en la que estamos plenamente sumergidos es posiblemente de las más severas para la gran mayoría de la población española menor de 50 años. La recordaremos y la estudiaremos en las escuelas de negocio. Hay dos tipos de crisis, la financiera que hace ya tiempo que es sufrible para los que siguen los mercados y una segunda que es la más cercana a la población: la económica y más real.
La crisis real es la que afecta a las economías familiares y estas empiezan a sentirlo de doble forma. Primero con una inflación deslocada que ha erosionado el poder adquisitivo de todos nosotros. Somos cada vez más pobres. Segundo el miedo del paro y la pérdida del puesto de trabajo va a traer cierta psicosis que profundizará la caída económica. Posiblemente el peor trimestre será el siguiente (Q1 del 2009) y a partir de entonces vendrá la mejora y crecimiento. Las tasas positivas para después del verano. Y como la caída va a ser fuerte, la recuperación también lo será, no para recuperar niveles, pero si para alejarnos de los mínimos que se alcanzarán en todas las variables económicas de paro, déficit, y sobre todo de pesimismo social.
Personalmente auguro que todo pasará a partir del tercer trimestre, es decir después del verano se empezará a crecer.
Es momento de grandes oportunidades ya que las crisis pone en aprietos a aquellos que se encuentran sobredimensionados. También pondrá nerviosos a aquellos que no están acostumbrados a tomar decisiones importantes y posiblemente son lentos o torpes. Ante tales circunstancias hay que estar atentos a oportunidades para crecer, expansionarse y/o empezar nuevos retos.
Lo dicho, la crisis es una oportunidad. Y el primer trimestre del año 2009 será el suelo. NO esperes peores situaciones. Aprovecha el momento para emprender.