Si te gusta el dinero, ¿por qué no ganas más?


Dineritos
En realidad, no importa cuanto quieras sino lo que puedas necesitar. Pero este lema no es así percibido por la mayoría. Hay gente que necesita más bien poco ya que se conforman, o eso es lo que manifiestan sus actos. Otros, como son los emprendedores, no le dan importancia y sin embargo, les viene «a porrillas». Y otros lo quieren y lo desean pero no consiguen lo suficiente con lo que siempre están trabajando duramente. No nos engañemos. El dinero siempre es apetecible tenerlo y ayuda a vivir mejor, pero no es condición suficiente para ser feliz.

Empecemos por los primeros que hemos comentado. Los que manifiestan que no necesitan el dinero posiblemente se están engañando. El dinero bueno es siempre dos veces bueno. Y el que se genera fruto del esfuerzo y resultado de un trabajo es super apreciado y bienvenido. Pero los que declaran que no lo quieren es posiblemente porque no son capaces de generarlo, se conforman y forman parte de los llamados autocomplacientes. Y no es que sea malo, sino que es malísimo. Es prefierible tener ambición, controlada y sin ser codicioso, pero ganas de querer generar más con el proyecto personal y profesional de cada uno. Luego con esas ganancias puedes hacer lo que quieras, como regalarlas o contribuir con alguna ONG. Pero el hecho de buscar un reto y monetizarlo ayuda en la superación del día a día. Forma parte de la propia naturaleza humana. La salida que tienen estos profesionales es la de emprender. Este camino les posibilitará ganar más, desarrollarse como emprendedores. ¿Por qué no lo hacen? Porque tienen miedo a dar este paso y hay que ayudarles. Emprender es la capacidad de soñar y llevar adelante los proyectos e ilusiones de la vida, tanto a nivel profesional como personal.

La solución pasa por desvincularnos del trabajo (para aquel que trabaja por cuenta ajena) e iniciar una nueva vida profesional. Pero no vamos a ir a otro sitio que es igual que el anterior. Es aquí donde tenemos que ser valientes y proponernos un estilo de vida que deje atrás los temores, los miedos y abogue por la felicidad personal y el desarrollo pleno profesional.

Los proyectos sociales tienen una perspectiva diferente. No debería perseguirse el ingreso monetario sino el llegar a terceros y satisfacerlos de la mejor manera posible. En nuestra sección de emprendedores sociales explicamos como deberían actuar. Son la excepción a la primera categoría que hemos mencionado.

Los segundos, o los emprendedores, son los que son capaces de iniciar un proyecto sin perseguir como bien último el dinero. Pero les viene y son capaces de monetizar y rentabilizar toda la energía puesta en el día a día. Les motiva principalmente el ir detrás de un sueño y materializarlo.

Los terceros o los que no se contentan nunca con lo que tienen suelen ser los que trabajan por cuenta ajena. Suelen estar en las principales empresas del país y disponen de cargos importantes. Buscan los altos puestos, la dirección y protagonismo. Ganan mucho dinero al contar con salarios altos pero suelen ser unos insatisfechos. Siempre les falta algo. Tienen talento pero se encuentran en la organización equivocada. Su principal salida debería ser hacerse emprendedor. Seguro que de estos conocéis unos cuantos.


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