Esta podría ser una medida de evaluación de tu felicidad profesional. Si acabas cada día reventado o reventada como la chica de la foto, entonces tienes un trabajo que posiblemente no te gusta y quieres abandonar. ¿por qué no lo haces? Te decimos como.
Para entender bien lo que os planteamos, os sugiero que paséis un día de esos de cansancio total. De esos que llegáis del trabajo totalmente exhausto porque se ha tenido que hacer algo especial o fuera de lo normal. Hay muchos ejemplos donde toca remangarse y ponerse a trabajar de sol a sol. Tuve la ocasión de hacer frente a tal reto. Me fui a una Feria durante 9 días seguidos y trabajé en un stand en accione comerciales. Entregaba folletos, explicaba y hablaba con los que cruzaban aquel pasillo de la feria y apenas descansaba cuando iba al baño o me escapaba a un café. Fueron 9 días muy agotadores y llegaba a casa con la sensación de que algo raro me estaba pasando. Como si me estuviesen quitando la vida y cada día de aquellos significaba vivir un poco menos. Nunca antes creía haber tenido esta sensación por lo que imaginé que podía significar sentir aquello durante cada día del trabajo de una persona.
Por suerte aquella experiencia solo duraría 9 días. Y no pasa nada, a uno no se le caen los anillos por desempeñar dicha carga de trabajo si es absolutamente necesaria. Pero ¿qué les está sucediendo a aquellos que acaban agotados como yo durante todos los días de su vida profesional? La verdad es que no se lo deseo a nadie pero posiblemente es que no tienen un control de sus vidas laborales. Habrán llegado a tal situación por falta de alternativas y ofertas profesionales. No tienen opción.
Ya hemos manifestado varias veces que la educación académica te abre puertas, al igual que las cualidades humanas detectadas y trabajadas. Pero preparse no es suficiente. Posiblemente hoy se necesita además de dotarse de un carácter emprendedor y eso no lo imparten en las escuelas.
El panorama que se vislumbra no invita al optimista para aquellos que secundan estos trabajos agotadores. La economía española se recuperará y generará nuevamente empleo, pero dichos trabajos seguirán igual que ahora, sin permitir un ápice de alegría para que el que lo desempeñe. Exceptuando a aquellos que han entendido que un desliz en su vida les llevó a no aprovechar las oportunidades que les dieron. O aquellos otros que por circunstancias económicas no pudieron secundar estudios (esto propio de países del tercer mundo).
La única alternativa posible hoy es hacerse emprendedor para poder deshacerte de estos trabajos tan agotadores. Empieza a soñar en algún proyecto, y detecta tu talento que tienes innato en tu persona. Todos tenemos algo. Descúbrelo y ponte a maquinar sobre tu idea. Lo puedes conseguir!