A principios de año tuve la oportunidad de encontrarme con un grupo de amigos emprendedores que acababan de tomar una decisión singular. Se trataba de vivir la vida, de forma intensa y no esperar a tener un futuro económico mejor. Lo que buscaban era disfrutar de ellos mismos haciendo lo que más les gustaba, que no era más que hace deporte. Yo he comentado en varias conferencias que los chicos-hombres lo tienen más barato en eso de dedicarse tiempo. Les suele gustar hacer deporte con lo que se ponen a correr o jugar como se quiera llamarse tal experiencia. Mientras, las mujeres suelen pasárselo bien yendo de compras y gastando dinero. No leer entre palabras esto último por favor.
Estos amigos habían decidido trabajar solamente 4 días a la semana. La idea me pareció bien ya que siempre he sido un defensor de la productividad y la libertad de poder decidir tu agenda profesional.
Al cabo de 1 mes de tal experiencia, se me ocurrió ir a visitarles. Quería ver y charlar sobre su aprendizaje y si se podía extrapolar a todos los emprendedores. El día lo comienzan con una sesión de footing. Corren durante unos 45 minutos. Luego regresan al Bar del complejo deportivo donde acuden. Se toman su café y charlan de sus cosas. Luego se van a jugar a tenis que les apasiona. Al acabar la mañana se van a la piscina, nadan un poco y se retiran a la sauna.
Por último se van a comer a eso de las 15 horas. Y se despiden hasta la semana siguiente. En total se gastan unos 9 euros por cabeza.
A la pregunta de cómo los proyectos empresariales que lideran se han visto afectados, todos me comentan que a mejor. Se ven obligados a trabajar de forma más eficiente ya que disponen de menos tiempo.
Esta experiencia te dice que algunos viven mejor que otros porque deciden que hacer con su tiempo y con su vida. Los emprendedores viven mejor que los que trabajan por cuenta ajena. No me cabe la menor duda.
Otros muchos solo hacen que obedecer. Pero hay que ayudarles a que tomen decisiones y sean más emprendedores. Veríamos más gente más feliz.