Al conocer a Jef Vermant uno se da cuenta de la necesidad de tener pasión por vivir y pasión por ser quien realmente tienes que ser. El carácter de cada uno nos marca en el devenir de la vida personal y sobretodo profesional. ¿Cuántos de vosotros no sois quien realmente os gustaría ser? Ya hemos comentado en artículos anteriores de la necesidad de buscar la plenitud en el desarrollo de las pasiones personales.
Jef es un artista del espectáculo. Empezó como la muchos de ellos haciendo de animador en hoteles y combinando su vocación con trabajos en la hostelería. Con 27 años decidió profundizar sus estudios artísticos y actualmente está perfeccionando su maestría en el mundo del teatro y espectáculo. Tiene decidido que para librarse un porvenir en su mundo tiene que prepararse académicamente. Los estudios son muy agradecidos y te dan siempre de vuelta mucho más de lo invertido.
Jef está contento de cómo es. Es libre en cuanto realiza lo que quiere ser. ¿Cuántos de nosotros podemos decir lo mismo? Algunos dirán que esa vida no va con nosotros, que la sociedad no valora este tipo de perfiles. Y menos el entorno próximo donde se nos valora por el cargo directivo o la empresa en la que trabajamos. Solo deciros una cosa: Jef hace reir a los niños, te transmite alegría y autoestima en sus actuaciones fruto de la pasión con la que lo realiza. Y no es prisionero de nada ni de nadie. Es Jef.
Y en la coyuntura actual de incertidumbre económica y social, la autoestima y seguridad de cada uno es vital para emprender.
Esta sociedad necesita más gente como Jef.