Gestionar una franquicia es actuar como un auténtico emprendedor, algo muy especial.
La industria de los franquiciados se ha caracterizado por un despliegue de talento a lo largo y ancho del país que ha buscado una mejor vida y un desarrollo profesional anhelado por los franquiciados.
Formar parte de grupos franquiciados es ser un emprendedor que basa la gestión del negocio en el talento y saber hacer de cada uno.
Además se apoya un estilo de dirección basado en las cualidades personales y profesionales de cada uno de sus managers y franquiciados.
Y gestionar bajo el paraguas de la empresa franquiciadora nunca ha sido tan retante y lleno de oportunidades.
La actual crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de formar parte de un grupo empresarial que te apoya y que está a tu lado. Y esta crisis está siendo muy bien dirigida y llevada por la mayoría de empresas franquiciadoras.
Ejemplos de excelencia de gestión son Jean Louis David, Eurekakids, Crack Hogar y Ecowash. Pero hay que realizar una serie de tareas que faciliten la gestión del día a día y convertir las dificultades en oportunidades de negocio.
Lo primero que tenemos que recordar son los distintos pasos que ya se han dado hasta ahora. La apuesta y firme convencimiento por parte de los que inician una franquicia de que emprender ha sido al decisión más sabia y relevante.
Deja atrás los temores, los miedos, la autocomplacencia y enfoca el presente y futuro como un escenario que se te abre lleno de posibilidades de mejorar y crecer.
Con tu franquicia sigues un mundo de continua innovación, con nuevos catálogos de productos y servicios, con nuevas aportaciones por parte del Franquiciador y todo esto te trae frescura en los planteamientos y relaciones con los clientes.
Recupera y ahonda en los valores de compromiso y esfuerzo y añádele el sentido de la pasión por el proyecto que en su día te llevó a volandas a él.
Las claves en la gestión en época de crisis es mantener el negocio en rentabilidad. Hay que tomar decisiones para conducir el mismo en la senda de los beneficios a corto plazo y aceptando que el mercado ha sufrido un retroceso generalizado en volumen.
Así, la toma de decisiones irá basada en mantener la rentabilidad del negocio aplicando una reducción en los costes vía renegociación de los contratos de alquiler y un redimensionamiento de las plantillas.
En esto último habrá que tener especial sensibilidad para no mermar todo lo conseguido en armonía y fidelización al proyecto, así como mantener los mejores recursos humanos dentro de la organización.
Pero no podemos dejar de lado las técnicas hacia nuestros clientes. Tenemos que ser creativos y buscar las promociones que permitan incrementar la fidelización de los clientes para que potencien el boca a oreja actuando como embajadores de nuestros servicios.
Asimismo hay que reforzar la experiencia vivida por cada uno de ellos haciendo de la misma un momento único y muy reconfortable.
La delegación al personal (el que puedan tomar decisiones del negocio sin necesidad de tu aprobación) tiene que ser herramienta clave en la gestión de los recursos humanos.
De esta forma, se potencia el compromiso del equipo para con el proyecto así como se consiguen incrementos de productividad del personal.
No hay mejor alternativa profesional para los franquiciados que emprender con la enseña que han elegido.
Se trata de mejorar la gestión que han hecho hasta ahora, y no de imputar al negocio posibles problemas de viabilidad.
La pasión del proyecto y de la enseña, la continua apuesta por novedades en productos y servicios así como el apoyo fuerte y decidido hacia los franquiciados hace que gestionar un proyecto de franquicia sea hoy un elemento clave de emprendeduría.