Los primeros 100 días de mi proyecto


Se habla siempre de la importancia de hacerlo bien cuando uno empieza un proyecto, de la índole que sea, para así asegurarse un buen devenir del mismo. Cuando uno se hace emprendedor, los primeros 100 días son vitales aunque no decisorios del destino final del proyecto iniciado. Ya hemos comentado la importancia de tener el proyecto bien definido en cuanto al plan de empresa y conocer bien el modelo de negocio, o sea, la rentabilidad.

He aquí unas recomendaciones de qué hacer durante estos primeros días para ayudar a trazar la senda correcta de la empresa.

  • Concéntrate en captar clientes. La acción comercial debe ser el eje del plan de empresa, por encima de tener la versión final del producto o servicio
  • A los primeros clientes, mimarlos y conocerlos muy bien. Con ellos, se conocerá el beneficio que damos como empresa a dichos clientes.
  • Trazar la financiación con estos clientes para así dibujar el cuadro de tesorería real, y contrastarlo con el planificado en el plan de empresa.
  • Corregir las desviaciones de tesorería y tomar decisiones para que podamos crecer con más clientes sin herir ni perjudicar la posición de caja de la empresa. Evitar la descapitalización de recursos por un tema de crecimiento
  • Estructurar bien la rentabilidad de las primeras operaciones, conociendo bien el beneficio de cada una de ellas y la estructura de costes unitaria de cada operación, así como la global. Se ha de ganar dinero desde el primer año de actividad ( con la excepción de la existencia de fuertes inversiones iniciales)

Lo más importante de los primeros 100 días es conocer si lo que hemos planeado se cumple en cuanto a prestación-solución que damos a nuestros clientes, es decir, si lo que ofrecemos sirve para algo y para alguien, y la rentabilidad de lo que hacemos. No esperar a que el tiempo pueda mejorar nuestros resultados. En estas primeras semanas se tiene que vislumbrar la rentabilidad y la operatividad.

Gestionar un proyecto emprendedor es como navegar en un mar de vientos cambiantes. Constantemente iremos decidiendo el rumbo de nuestro proyecto, aprovechando los vientos favorables en tiempo, recursos, rentabilidad, condiciones, etc. Se irá perfilando y mejorando el modelo de negocio del plan original del emprendedor.


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