La nueva gran revolución: el transporte privado se convierte en un servicio como Netflix


La nueva gran revolución: el transporte privado se convierte en un servicio como NetflixRecientemente he asistido en Boulder a una conferencia de uno de los emprendedores más relevantes ahora mismo en Silicon Valley.

Se trata de Tony Seba que con su libro Clean Disruption of Energy and Transportation está prediciendo la nueva revolución, the next new big thing.

Tony asegura que en el 2030 los particulares apenas tendremos coches, y que nos moveremos con transporte colectivo autónomo (vehículo sin conductor) y eléctricos. He aquí todo su discurso y una valoración personal al final del mismo.

Una tecnología disruptiva se produce cuando los beneficios que proporciona son 10 veces superiores a lo que substituye, tanto en calidad como en precio, y repercute en la liquidación y eliminación de mercados y tecnologías que se han utilizado previamente y que dejan paso a un nuevo mercado con un nuevo producto o servicio.

Así, los coches aparecieron y en un espacio de tiempo de 10 años cambiaron las reglas del transporte personal con el consiguiente fin de caballos y carrozas para tal menester.

En tiempos más recientes, los iphone de Apple crearon un nuevo mercado de smartphones y su aparición fue posible según los expertos a la conjunción de los avances en la tecnología de dispositivos móviles (almacenaje de datos y velocidad de chips) como de las baterías, junto a un diseño rompedor.

Y más recientemente UBER ha podido irrumpir en el mercado del transporte dominado por los taxis por la combinación de los smartphones (cada uno puede tener una app y llamar a un taxi) y la disponibilidad de la economía colaborativa (personas que ponen a disposición de otros su propio vehículo).

En estos momentos se está produciendo las etapas iniciales que conducen a una nueva revolución. La desaparición de los coches en propiedad de particulares por la substitución de un transporte en forma de SaaS o a demanda, o sea, utilizable y demandado como si fuera un servicio puntual.

Se trataría de flotas de coches sin conductor que prestarían el servicio de movilidad a particulares, y todo por medio de una suscripción de 150€ al mes, al estilo Netflix.

Estos son los elementos que están aconteciendo en la actualidad:

Baterías eléctricas

La aparición de empresas como Tesla ha revolucionado la industria del automóvil con fuertes inversiones en obtener una batería capaz de satisfacer la demanda de los nuevos coches eléctricos.

Se ha pasado de un boicot por parte de las empresas eléctricas a nuevos players que han logrado importantes avances en las prestaciones de las nuevas baterías y unos precios muy asequibles.

Se habla ya en Silicon Valley que todo va a tener una batería eléctrica, por ejemplo, las bicicletas, los monopatines, las sillas de ruedas de minusválidos, el carro de la compra, la tabla de surf,  la entrega de mercancías al pequeño comercio, el abastecimiento en horas punta de consumo, etc, etc.

Este auge de las prestaciones en autonomía de las baterías va a permitir reducir la factura que se paga de la luz, especialmente en las horas puntas de alto consumo y que representa los mayores incrementos de precio y coste para empresas y particulares.

Ahora con las nuevas baterías podremos compensar la demanda extra en momentos determinados y que son los que encarece el abastecimiento eléctrico.

Sensores a bajo precio

Un verdadero avance se está produciendo en los sensores utilizados por el coche autónomo. Si hace unos años los sensores eran prohibitivos con cifras de coste de varios miles de euros/dólares, ahora los nuevos sensores se pueden instalar por 150 euros y sus prestaciones tecnológicas permiten avanzar en la idea del coche autónomo, sin conductor.

Es verdadero revolucionario el uso de los sensores juntamente con modelos computarizados y que permite dar un salto cualitativo en la conducción sin conductor.

La aplicación de sensores puede extenderse a otros segmentos de negocios y ahora mismo hay cientos de estudiantes, emprendedores y Universidades investigando su aplicación.

Pronto tendremos infinidad de empresas start-ups ofreciendo sensores en todo tipo de dispositivos, desde el caso de protección de la bicicleta-moto, hasta la casa, las personas, las mascotas, etc. etc..

Coches eléctricos

Los nuevos coches eléctricos no están todavía al alcance de la gran mayoría de la población. El coste hoy de un vehículo eléctrico es un impedimento para lograr que sea disruptivo pero todos los elementos anteriores están conjuntándose para que sea una realidad. E

n 2025 se preve que todos los coches que se vendan sean eléctricos, puramente por cuestión de coste. Será más económico comprarse un coche eléctrico que uno a gasolina. En China, GM ya están trabajando para lanzar al mercado un coche or solamente 5.000 dólares.

Tesla pronto será una máquina de hacer y vender coches en proporciones de varios miles a la semana, y por un mismo precio que el coche convencional pero ofreciendo mejores prestaciones en calidad, confort, seguridad y mantenimiento. Y hay más de 43 empresas en el mundo con un proyecto de coche eléctrico en la mesa del Consejo de Administración.

Y como consecuencia de lo anterior, los particulares se lanzarán en masa a comprarse coches eléctricos porque serán sencillamente más baratos que los convencionales y con mayores prestaciones.

Efecto UBER

El modelo de negocio de UBER se está extendiendo a infinidad de aplicaciones y servicios. Y también lo hará a la necesidad de disponer de un transporte sin conductor. Es decir, llamaremos a la empresa «X» que nos mandará un coche para desplazarnos a un lugar determinado.

Y esto será posible porque la compra de un coche supone el segundo gasto en importancia en cualquier familia (después de la casa).

El uso que se le da a un coche particular es del 4%, estando el restante tiempo aparcado. Es un activo totalmente desaprovechado y que por puras causas económicas debe ser cuestionado constantemente. Los coches convencionales pueden durar 300.000 kilómetros. Los coches eléctricos pueden durar 1 millón de kilómetros.

También está el efecto del estrés y las enormes retenciones de tráfico que se producen en prácticamente todas las ciudades y urbes del planeta. Una mejor gestión de los desplazamientos proporcionaría más tiempo para todos (al estar menos retenido en las carreteras), mayor bienestar personal (menos estrés) y su consiguiente aumento en la productividad personal y profesional.

Si utilizamos el coche poco y encima es caro, ¿estaremos abiertos a pagar por uso si nos ofrecen un coche a la puerta de casa para cualquier desplazamiento?

Esta manera de comportarse será una realidad por el doble efecto de que será más económico que comprar un coche, al no tener que destinar una inversión importante a la compra y al mantenimiento, como al efecto de la responsabilidad con el medio ambiente.

Cada vez más hay más conciencia de que tenemos que cuidar el planeta y  deshacernos de todo aquello que crea contaminación, estrés, atascos, etc….

Consecuencias de la revolución que se avecina

Con la conjunción de la tecnología de vehículo autónomo y todo lo anterior, los particulares ya no necesitarán poseer un coche.

Simplemente llamarán a través de su app un vehículo autónomo eléctrico para que los lleve al lugar deseado. Y todo con un modelo de suscripción, de por ejemplo tarifa plana de 150€ con todos los trayectos que puedas necesitar.

Se crearán flotas de empresas, gestionadas quizás por SEAT, Tesla, Nissan, GM, Apple, Google, Amazon, o entidades municipales.

Reducción drástica de vehículos privados

Al haber más gente utilizando el transporte en forma de SaaS, o sea, a demanda según necesidad, las flotas de coches sustituirán al transporte del particular con la reducción drástica de la venta de coches a particulares.

Veremos el fin de concesionarios de coches, de talleres de coches, el fin de las gasolineras, la eliminación de parkings, etc, todo aquello relacionado con los coches y su servicio a particulares.

Nuevos espacios en las ciudades

Las ciudades ganarán infinidad de espacios nuevos para dedicarlos a zonas verdes, vivienda pública, edificios corporativos de oficinas, equipamientos culturales, colegios, etc.

Solo la eliminación de todo lo anterior libera un espacio enorme en todas las ciudades y pueblos. Solo en Los Angeles, se calcula que el espacio liberado puede albergar a tres ciudades del tamaño de San Francisco.

Los gobiernos locales tendrían que empezar a planificar el diseño de tales zonas para contar con nuevas propuestas de uso en el 2030.

Fin de los productos petrolíferos

Los avances en la aplicación de la energía solar hundirán los precios petrolíferos. La predicción es que en el año 2023 asistiremos a una reducción de crash sobre el precio del barril del petróleo. Y el principio de un nuevo fin como energía predominante.

Como conclusión, la disrupción del coche autónomo como medio de transporte colectivo y particular se va a producir por pura cuestión económica, y no tanto de responsabilidad medioambiental. Las familias cambiarán porque les saldrá más barato desplazarse de esta nueva forma.

Y esto ha sido el resumen de la conferencia sobre la disrupción del transporte particular que se nos avecina.

Desde nuestro entender hay muchas posibilidades que esta revolución se produzca, representando enormes oportunidades para una sociedad que persigue el bienestar de todos los ciudadanos y el respeto a nuestro planeta y medio ambiente.

Pero a nivel personal creo que se olvidan de un elemento importante. A las personas les gusta tener la libertad de movimiento, y el coche representa en su totalidad el cumplimiento de este sentimiento.

¿Cambiaremos la forma de movernos sustituyendo la posesión de un coche por el uso de una app que nos ofrecerá desplazamientos ilimitados, más seguridad y confort?


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