La jerarquía funde a los emprendedores


La jerarquía funde a los emprendedoresEstá claro que las empresas tienen la intención de ahogar el espítiru emprendedor.

De lo contrario se inclinarían por estilos de organización horizontales, donde el talento es herramienta de trabajo, donde florecen y fluyen las ideas y las decisiones, y donde se apuesta por la innnovación y el abrir paso a los jóvenes.

La realidad es bien distinta. Los jefes tapan todas aquellas oportunidades para que nadie se aproxime a ellos, no vaya a ser que les quiten el puesto. Este es el caso de la gran mayoría de medianas y grandes empresas.

Cómo la jerarquía funde a los emprendedores y empresarios

Todo se ve más claro cuando se produce un cambio en la organización que suele darse al presentar un nuevo plan de objetivos para la empresa. Se suele acompañar dicho plan con un cambio de organigrama. Y lo curioso es que el resultado de dichos cambios y planes es mayor cantidad de jefes.

Los nuevos porque pasan a desempeñar los puestos clave. Los anteriores jefes porque se arrinconan pero siguen desempeñando posiciones de alta dirección aunque sin peso político.

Con el paso de los años la estructura de la empresa se ha engordado por arriba, es decir, adopta la forma de pirámide invertida. Muchos jefes y pocos empleados. Y en estas organizaciones se da una cultura que empobrece el talento emprendedor.

Este proceso ya se ha consolidado en las administraciones públicas, llámese ayuntamientos, gobiernos autonómicos y la administarción central. Lo grave es que estas instituciones son las principales empresas del país en mayor número de trabajadores y presupuesto.

Es un despilfarro de nuestros impuestos. Habría que vaciar literalmente este país de funcionarios de alto nivel que cobran por no tomar decisiones.

En la empresa privada también pasa lo mismo, siendo igual de grave por lo de la ineficiencia y baja productividad de las empresas.

Aquí no es raro ver multitud de reuniones a cualquier hora, las salas llenas de empleados discutiendo o trabajando.

Y en ellas se decide poco o nada. Es normal ver como estas reuniones son entre empleados de la misma empresa, sin nadie de fuera (clientes, proveedores o posibles partners).

Para mí es una perdida de tiempo porque ya hemos comentado que hay altos directivos que cobran por tomar decisiones ( y no las toman), y en cambio tienen las salas de reuniones llenas y ocupadas de sus empleados ahogando el verdadero talento emprendedor.

Recuerdo el día que un amigo de Caixa Catalunya me comentó que tenía problemas para tener una sala libre para reunirnos.

Lo peor de todo no era que la reunión era para proponerle lo último en tecnología de Mobile Banking, sino que nuestro amigo ya estaba sumergido en la burocracia de su empresa y estaba convencido de su exitosa carrera profesional.

Un año más tarde, pidió estar en una sucursal próxima a su casa para vivir «su retiro». Lo habían desterrado moralmente.

Todo lo contrario a empresas ágiles y dinámicas, gestionadas por emprendedores como Robert Strobl de Digital Samba que se está abriendo camino desde Barcelona en el complejo mundo de la comunicación.


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