En un país donde las playas y piscinas se cuentan por millares, y dada una legislación que obliga a casi todas ellas tener un servicio de vigilancia, proponemos hoy que os hagáis socorristas y montéis vuestra propia empresa. En países como Australia y Estados Unidos, los sueldos se aproximan a los 2.500$ semanales por socorrista y su reputación y prestigio es la de auténticos héroes.
Actualmente la Cruz Roja desempeña un papel importante y casi monopolista en la vigilancia de nuestras playas. En el ámbito de las piscinas, su presencia es testimonial excepto en lugares de uso masivo como lagos o embalses. Pero su implantación está cambiando y ya está perdiendo peso en cuanto a control por su mala gestión, su sobredimensionamiento de su pesada estructura dando lugar a un enorme potencial para nuevas empresas de emprendedores.
Es el caso de SITGES, municipio de Barcelona que ha optado por una empresa privada capitaneada por emprendedores. Le seguirán muchos municipios más con lo que es el momento de prepararse para optar a las numerosas posibilidades que se abre en este negocio.
Por un lado los municipios están obligados a prestar dicho servicio con lo que presupuesto hay por parte de todos ellos. Lo mismo para las piscinas municipales. Entonces solo hay que presentarse a los municipios y presentar un servicio más profesional, más económico y más seguro. Normalmente se otorga por medio de subasta. Aquí no basta solo que los vigilantes sean tíos y tías cachas y guapos. Sobretodo hay que ofrecer y mostrar profesionalidad en seguridad, confianza y prevención a los bañistas. No hace falta ganar la puja sino ofrecerse al que la ha ganado como una especie de subcontrata de personal.
Los costes para implantarse no son elevados. Y el perfil que se busca para ofrecer el servicio se puede encontrar fácilmente entre los 2 millones de parados jóvenes que hay en el país. El salario de un socorrista es de 1.300€ al mes en la playa, bastante menos si te toca una piscina. Es curioso pero en la formación que se imparte actualmente para obtener el título de Socorrista, no hay mención en el temario ni se presta ninguna atención a los conceptos de lanzarse como Emprendedor en la materia. Parece como si un socorrista no pudiese pensar en montar su propia empresa de socorristas. Este es el mal que tiene este país que descuida la formación de cómo montar una empresa cuado uno aprende un oficio. Solo que uno de ellos se decidiese por abrir su propia empresa, podría contratar al resto de la promoción, cambiando el escenario que se dibuja actualmente cuando acaben el curso y vayan todos ellos a las listas del paro o buscarse la vida de lo que sea.
Lo más difícil de empezar como emprendedor en este negocio es adentrarse en las administraciones locales para poder ser recibido con una propuesta que sustituya a la Cruz Roja. Pero si te mueves, encontrarás muchas sorpresas positivas.
El mercado también ofrece otras oportunidades como los complejos hoteleros donde cada temporada se tiene que cubrir una plantilla de vigilantes profesionales. En este sector no cuentan las grandes marcas sino las referencias y estas se consiguen con el trabajo diario, perseverante y constante, valores todos ellos de los emprendedores.