Hemos comentado varias veces que una forma de empezar un nuevo proyecto es canalizar las habilidades de uno a través de un oficio. Esta es una palabra clave en el entorno que nos rodea, y que iréis viendo y oyendo cada vez más por parte de la sociedad civil: La necesidad de ir recuperando los oficios. Hoy presentamos la oportunidad de convertirse en Cerrajero y vivir como un auténtico emprendedor.
Y esto de cerrajero es realmente una grandísisma oportunidad. Hay pocos y la mayoría de ellos autónomos que actúan por cuenta propia, algunos disponen de acuerdos con compañías de seguros de hogar y con administradores de fincas, pero el sector está desorganizado.
Por una parte vemos que los robos en hogares y locales comerciales está subiendo, y mucho. No hay semana que uno no oye que han entrado o robado en tal sitio. Como el sistema judicial de este país no resuelve la inseguridad de los ciudadanos y la policía no da abasto al innumerable volumen de denuncias, los cerrajeros son los nuevos protagonistas de este alud de miedo y pavor. Se acude a ellos para volver a cerrar el local y hogar en cuestión, no vaya a ser que entren de nuevo.
Y las visitas del cerrajero suelen ser muy caras. Aunque uno disponga del mejor de los seguros, siempre te acaban poniendo la cerradura cara o el soporte antirobo que dificulte la entrada a los posteriores maleantes. El coste de una reparación de estas no baja de los 300€. Y si encima el ladrón ha tenido la necesidad de «romper» la puerta tanto de la vivienda como del edificio, entonces el cargo es doble ya que la comunidad de vecinos también tendrá que cambiar o reparar su cerradura (bueno la compañía de seguros).
Así que ya veís que la visita del cerrajero se queda en los nada despreciables 600€ por unas dos horas de trabajo y desplazamiento.
La preparación para ser cerrajero no es muy intensa. Basta con habilidad, destreza, mucha honestidad (resaltar esto ya que parece que a muchos se les ha olvidado que están arreglando un marrón!) y un buen hacer como oficio que es. Pero queremos resaltar hoy la necesidad de incorporar a dicho oficio (algunos ya lo tienen realmente) la atención al cliente. Se trata de ofrecer algo más que el cambio de cerradura. La situación de indefensión y estrés que se encuentra un recien robado o asaltado no es aprovechada por los cerrajeros para ganarse a un cliente de por vida.
Con tales acciones se ganaría más fidelidad y reconocimiento, referencias y pondría en función el tan llamado y necesitado «boca a boca» que facilita la captación de nuevos posibles clientes.
Y para empezar a ser cerrajero, no hace falta ninguna titulación. Lo más importante es tener referencias por lo que no estaría de más empezar como ayudante a uno que ya lo esté ejerciendo, como medida de aprendizaje, de adquirir experiencia y aprender el oficio de la mano de un profesional. Como lo hacían los artesanos de antaño.
Si recomendamos una página web cuando ya se esté operando activamente en el mercado ya que ésta atraería a los grandes clientes y empresas, así como ayudaría a presentarse con los mejores vestidos ante administradores de finca y compañías de seguro.
Y ya sabes, prevenir es predecir, y esto funciona a los cerrajeros.