Esta es la historia de Amadeo. Coincidí con él en el avión que me llevaba a Badajoz con motivo de una sesión de formación en Comunicación. Hablando y hablando, me comentaba que era conferenciante y que solía cobrar una media de 3.000 euros por cada charla de 50 minutos. Uno puede pensar y preguntarse qué tiene Amadeo que no puedas tu tener. Simplemente TALENTO.
La vida de Amadeo ha sido una historia de preparación académica, educación y fomento del talento a base de trabajo, estudios y esfuerzo. Hay gente que piensa que el talento se puede estimular, pero lo que verdaderamente importa es el cultivo del mismo. Y no es más que prepararse con estudios y preparación académica. Una sociedad avanza porque invierte en educación.
Países como Estados Unidos se lo toman en serio. 70 de las mejores 100 universidades del mundo se encuentran allí. Tienen y quieren a los mejores. Ofrecen becas a todos aquellos estudiantes que despuntan por el planeta. Y luego, claro está, se quedan a vivir allí retornando y reinvirtiendo toda su sabiduría y conocimiento en las empresas y proyectos en los que trabajan.
Aquí lo hacemos al revés. Las becas suelen ser para los que quieren estudiar en el extranjero porque lo nuestro no funciona. Tómese como ejemplo el programa Erasmus o las becas de La Caixa. Nuestro sistema educativo no sirve y los que pagan lo saben. Los alumnos no quieren esforzarse, los profesores están mal valorados por la sociedad, y la implicación de padres y políticos es de ver y dejar que las cosas se deterioren porque no saben o no se atreven a cambiar radicalmente el sistema. Es una lástima pero el resultado es una sociedad que no avanza, que apuesta equivocadamente por un tipo de educación y no potencia el talento de las personas.
Lo único que nos queda es el carácter emprendedor. Los emprendedores se lo toman en serio. Saben que la única alternativa que les queda es el propio capital humano, es su activo personal, por encima del tecnológico o financiero. Son los que más se preparan en formación y estudios académicos.
Mientras, Amadeo sigue generando en una hora lo que muchos ganan en un mes. Me cuenta que no lo puede decir porque es motivo de envidia y reproche. A mi me parece que necesitamos más personas como Amadeo, que con su talento es capaz de formar y contagiar a otros para que le sigan y emulen en lo de trabajar para sí mismos, apoyados en su capital humano. Amadeo es emprendedor y un gladiador de nuestra sociedad. En Estados Unidos sería admirado y utilizado en Universidades y escuelas para propagar todo su conocimiento y experiencia. Aquí pasa desapercibido y es una lástima porque se pierde el potencial de un genio.