El coste de tener un negocio tiene que bajar


 

Los costes estructurales que supone tener hoy una empresa y ajenos a la voluntad de decisión del emprendedor se han disparado enormemente en los últimos meses. Desde  la electricidad, pasando por la gasolina, los alquileres de oficinas, las llamadas telefónicas y sobretodo los impuestos. Ahora se paga más y por todo. Tanto en el ámbito local con el IBI, impuestos  de recogidas de basuras, tasas, y en la parte general con el IVA como principal escollo. Los emprendedores lo tenemos más difícil para cuadrar las ventas, en un ambiente más complicado para generar ingresos. ¿Resultado? Muchos han desistido de su aventura empresarial y otros se han empobrecido. Algunos también se han hecho más fuertes porque han priorizado sus acciones en la captación de nuevo negocio y obsesión por más ingresos. Pero no puede haber solo deflación salarial.

Pero esto no puede continuar así. Si analizamos distintas profesiones de emprendedores, veremos como está más crudo que nunca por la falta de ingresos y sobretodo por el encarecimiento de mantener un negocio a flote. Desde las tiendas de comercio de cualquier ciudad, pasando por los taxistas, los arquitectos, los ingenieros por cuenta propia, los autónomos en general. Todos estos colectivos han visto como su negocio ha experimentado una subida imparable de los costes. Más y más tasas. Impuestos y costes de estructura más elevados y que no deciden ellos porque son mínimos para funcionar. Costes variables necesarios como son los desplazamientos para operar, electricidad más cara, todo más caro.

¿Cual es la solución? Pues que bajen determinados costes. Si quieren apoyar a los emprendedores, deberían eliminar las declaraciones de IVA para los emprendedores en los próximos 3 años. Serían 18 puntos de margen para ellos. Esta alegría les daría motivación para hacer crecer el negocio. Y cuanto más grande, más posibilidades hay que se contrate un nuevo trabajador con la directa repercusión en al generación de nuevo empleo.

Hoy, mantener un coste estructural para una empresa es muy elevado y tiene que reducirse, empezando por la Administración. Menores tasas redundarán también en un efecto de riqueza para el emprendedor que serviría para estimular las cuentas de los mismos y un mayor dinamismo emprendedor. Hay que hacer que los guapos y protagonistas de esta película sean los emprendedores.


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