Cuando lo que quieres no se puede comprar


Estamos convencidos de que has pasado por esta situación. Y no se trata de tener o no tener dinero para lograr lo que te planteas. Hablamos de querer disponer de algo y que no lo tengamos tan fácil para lograrlo. Por ejemplo, un papel oficial de la Administración que por su lentitud se hace eterno e imposible de lograr. Otro ejemplo podría ser cuadrar las cuentas de nuestro proyecto emprendedor y poder salir adelante con las previsiones. Un tercer ejemplo podría ser el amor mismo cuando no es correspondido.

Pero analicemos el segundo caso, el que nos compete para no entrar en terrenos que nos puedan perjudicar. Uno a veces no se siente libre de poder opinar sin temer el látigo del gran poder amenazante. Es curioso pero me comentaba un emprendedor que quería dar de alta su empresa en un Ministerio para poder realizar su actividad y llevaba dos años y todavía le estaban mareando y poniendo trabas. Este país lo que necesita es dar facilidades a los emprendedores, y no poner pegas basadas muchas veces en la incompetencia de algunos y de leyes obsoletas.

Referente a no poder conseguir las cosas que uno anhela, hace que acabe mermándote el carácter, la autoestima y la seguridad en uno mismo. Se van perdiendo las fuerzas, la alegría y la fortaleza en los actos de todo emprendedor. La solución a este tipo de situaciones es cortar por lo sano como se dice. Hay que acabar con la situación. A veces no es fácil y resulta casi imposible pero todo al final tiene solución y viene por la toma de decisiones. Los emprendedores tenemos que actuar y decidir y no podemos esperar a que venga alguien a resolver nuestro problema.

En el tema de los resultados esperados y el no cumplir con las previsiones, algunas veces podría ser por la mala suerte si es que la hay. La gran mayoría de casos viene por una mala gestión del proyecto. Y hay que sacar una lectura positiva de toda lección, sobretodo cuando las cosas no van tan bien como esperamos.

Reconocer una mala gestión es primordial para que las consecuencias de la misma no sean demoledoras ni tampoco nos puedan noquear como emprendedores. Se puede no triunfar pero nunca un intento de emprendedor es un fracaso. Al contrario, ya es un éxito el lanzarse en un proyecto emprendedor!

Es importante saber que la vida del emprendedor es la mejor que podemos tener y cualquier experiencia frustrante nos tiene que ayudar a ser mejores y a actuar con mayor precisión, eficiencia y a la vez tener un poco de pacienda. NO hay mejor alternativa profesional a ser emprendedor.


LO MÁS VISTO

NOTICIAS RELACIONADAS