En plena entrada a la crisis o bajón económico, muchos de los emprendedores o potenciales se echan para atrás basándose en reflexiones de que no es el mejor momento para salir adelante o para lanzarse con un proyecto personal. Nada más lejos de la realidad aconsejable. La actual crisis hay que afrontarla, hay que lucharla y hay que ganarla. Son oportunidades que se nos presentan para afianzar nuestro proyecto o para lanzarse con más fuerza que nunca. Ya hemos dicho anteriormente que la crisis actual presenta oportunidades.
No es el momento de recular. Todo lo contrario, hay que luchar más que nunca para consolidar nuestras ideas y proyectos. Los que tienen problemas son los que tienen estructuras grandes y son ellos los que tienen que padecer más que nosotros. No hay que ver la botella medio vacía sino medio llena. Los emprendedores tenemos estructuras muy competitivas y capaces de flexibilizar los recursos de manera rápida y no traumática. La crisis presenta una gran oportunidad de hacer las cosas de otra manera más eficiente, con nuevos modelos de negocio, etc.
Es verdad que los vientos que vienen son muy fuertes y arrasan muchas veces la moral de los más débiles, pero por eso os animo a no decaer, a coger fuerza de allí de donde podáis nutriros, de inspiraros en aquellos que luchan y lo consiguen (aunque sea a la cuarta vez). La debilidad puede ser financiera pero no de sentimiento, de amor y compromiso a nuestro proyecto. Y la pasión junto a un buen hacer en la gestión es el arma clave para el gobierno de cualquier proyecto exitoso. No hay alternativa y creerme, que no os arrepentiréis. No estáis solos. Falta poco para que el vendabal se convierta en una brisa placentera.