El sistema educativo actual no potencia el talento de nuestros alumnos. Tampoco lo minimiza pero las metodologías que se utilizan para impartir conocimiento están hechas para que los alumnos aprendan la lección del día y poco más. Sólo los más adelantados de la clase se pueden permitir evolucionar en base a su inteligencia pero que con el tiempo quedará diluida por la poca aplicación relevante de dicho talento. ¿Y los demás alumnos? No podemos quedarnos con las manos cruzadas.
Resulta asombroso como van pasando los años y las generaciones que suben no son más hábiles en temas de emprendeduría o llamado de otra manera, son capaces de brillar gracias a las cualidades humanas de cada uno de ellos. La gran mayoría trabaja en el campo profesional gracias a otras variables como amistades, conocidos, y un poquito de suerte. No queremos empequeñecer la labor y desarrollo que aporta cada uno, pero en este país, parece que todo está decidido en cuanto a evolución profesional se refiere.
Si analizamos el tema emprendedor en el campo académico, veremos que se hace poco o más bien nada. El actual sistema examina constantemente a los alumnos y pocas veces se les da la posibilidad de demostrar su capacidad con otro tipo de valoración. Actualmente los exámenes y el control ferreo del profesor es lo que dictamina la evolución académica del alumno y la disciplina del mismo.
Los padres podemos aportar mucho en nuestra labor educativa, es más, debemos hacerlo, pero no es fácil dada la vorágine de actividades en las que estamos metidos y al final del día, poco tiempo y fuerzas quedan para tal labor. El tiempo dedicado en la gran mayoría de las veces es poco de compartir y mucho de dar instrucciones.
Es en las encuelas donde se podrían dar nuevas metodologías para sacar el talento que tiene cada alumno. Todos tienen algo de especial, tanto de habilidades como de cualidades personales y no hay prácticamente estudiante alguno que tenga que ser marginado (cosa que si se hace con las etiquetas que se ponen a los alumnos entre los profesores…).
Mediante la potenciación del carácter emprendedor se podría dar salida a todo este talento escondido en cada uno de los alumnos. Algunas escuelas organizan actividades pero la gran mayoría tienen un perfil totalmente académico y es aquí donde cometen el error. Les dan lo mismo de antes (exámenes y limitación educativa) pero de forma sofisticada con ordenadores, pizarras digitales, en inglés, etc.
Ejemplos hay, como el de una niña de 4 años que fue diagnosticada falta de autoestima y seguridad en si misma. La valoración venía hecha por la timidez de la niña y sobretodo porque la forma de examinarla eran los dibujos y su capacidad de escritura fina. Nada más lejos de la realidad. La niña, 2 años más tarde, está por encima de la media (ya sabe escribir) y si bien sigue dibujando mal, en materias como las matemáticas e inglés, es de las mejores. Y es extrovertida, baila y hace las cosas que hacen las niñas de su edad.
En países de referencia, los niños van al colegio a los 6 años y este tipo de circunstancias no se dan como es la terapia de respuesta por parte de las familias a este tipo de diagnósticos.
Otro caso que nos cuentan es el del alumno hiperactivo y que se encuentra marginado por los profesores. No pueden con él. Pero sin embargo es una persona extrovertida, normal, y con liderazgo fuera del aula. ¿por qué no se le potencia dichas características? El actual sistema educativo tiende a arrinconarlo y se pierde una grandísima oportunidad de talento en un alumno normal. A veces no es hiperactivo, simplemente activo, pero como las metodologías no conocen otras maneras de potenciar el talento, se choca entonces y sale el alumno y la familia perdiendo.
Pero hay solución. Desde la Asociación Escuela Emprendedores realizamos conferencias en las escuelas para explicar las nuevas metodologías y brindamos el Programa Emprendedores para fomentar el carácter emprendedor y el desarrollo de las habilidades personales en los alumnos. No te quedes parado. Actúa!