Por la cara nos tocará trabajar dos años más, como lo fue el pasar de una media de 15 años de hipoteca a los actuales 40 años. Está claro que las generaciones futuras vivirán peor que la actual. Nuestros hijos pagarán la indecencia y mediocridad de políticos y especuladores financieros e inmobiliarios. Solo se salvan los emprendedores que vivimos y viviremos mejor que nadie. Y por eso, habrá más gente dispuesta a dar el salto. Te apuntas?
Las decisiones de los políticos de alargar la vida laboral hasta los 67 años será un efecto llamada a nuevos potenciales emprendedores. El hecho de tener que trabajar cuando realmente te toca disfrutar de la jubilación bajo la forma de pensar de los asalariados hará que muchos se planteen un cambio. Hasta decir basta!! Esta decisión de retrasar la jubilación junto a otras son claros indicios del empobrecimiento que están sufriendo las clases medias. Los que se salvan nuevamente son los emprendedores que trabajan por cuenta propia y deciden sobre su tiempo, su salario, su dedicación, su jubilación y la forma de encarar las prioridades.
Cuando uno trabaja por cuenta propia, suele ser embajador de positivismo, optimismo y esplendor personal. Y es que cuando uno escucha a los emprendedores, lo más importante es la forma en como explican sus proezas, su quehacer diario, sus formas de superar las distintas adversidades y ver como después de todos estos retos (no mayores que los que trabajan por cuenta ajena), disponen de un estilo de vida único y deseado por todos los demás. Son los más guapos del grupo, los que más ríen, los que se les vé más felices, y los que no paran de contar con energía sus próximas metas.
Nuestro compromiso con los emprendedores potenciales de este país es que cada vez seamos más. Tenemos que vaciar de talento las grandes corporaciones y empresas. El liderazgo mal aprovechado debe salir de estas organizaciones porque se está desperdiciando mucho valor y conocimiento que en un proyecto bueno e ilusionador, se traduciría en éxito, compromiso, trabajo y emociones que surcan las relaciones entre personas y empresas.
Para hacerte emprendedor tienes que desmitificar las dificultades que te manifiesta la sociedad. No es tan difícil, créenos. Se trata simplemente de trazar un plan y articularlo con decisiones continuas pero sin vuelta atrás. Y aquí nuevamente nos encontrarás dándote apoyo. Lo vas a conseguir. Una vez superado estos miedos internos, lánzate con toda la fuerza posible que ya tienes. Y verás que cada vez serás más fuerte y el proyecto avanzará de forma firme y decidida.
Y lo más importante es que tu carácter y liderazgo se robustecen con el chip emprendedor de tal forma que tendrás mayor autoestima, mas seguridad en tu persona y más convencimiento de que tu talento te pertenece y le puedes sacar partido y vida.
Si te toca jubilarte a los 67 años, hazte emprendedor y verás que puedes retirarse a los 40. Vivirás mejor.