Yoga y embarazo: una práctica segura que mejora el bienestar físico y emocional de la madre… y del bebé


El embarazo es un viaje transformador. Nuestro cuerpo cambia, nuestra mente se acelera con nuevas emociones, a veces contradictorias, y la necesidad de parar y escucharnos se vuelve casi una urgencia. El yoga prenatal no es solo una forma de moverse o mantenerse activa durante el embarazo: es una manera de estar presente, de tomar conciencia del cuerpo, del bebé y del momento que estás viviendo.

Lucía Liencres, yogui, madre de cuatro hijos y fundadora de The Class Yoga, lo sabe bien. Por eso ha creado YogaEmbarazadas.com, una plataforma online con más de 50 clases de yoga adaptadas a cada trimestre del embarazo, además de un extenso contenido de video blog sobre sus embarazos, partos, lactancia, postparto, sobre el parto respetado y contenidos extras con ejercicios de respiración, meditación y otras técnicas para prepararte y disfrutar durante todo el proceso de la maternidad.

“No se trata solo de mantener el cuerpo activo, sino de cultivar una atención plena hacia los cambios físicos y emocionales que se viven semana a semana”, explica Lucía Liencres. Además, estudios recientes avalan que la práctica regular de yoga prenatal contribuye a reducir el estrés, mejora la calidad del sueño, fortalece el suelo pélvico y puede incluso facilitar un parto más consciente y menos mediatizado.

CÓMO ES UNA RUTINA IDEAL DE YOGA PRENATAL

Desde YogaEmbarazadas.com señalan que una rutina prenatal puede comenzar con una breve meditación (3-5 minutos) para conectar con la respiración. Después, una serie de posturas suaves adaptadas al trimestre, que movilicen caderas, columna y pelvis. “No se trata de forzar ni de alcanzar ninguna postura perfecta, sino de mover el cuerpo con amabilidad, abrir espacio, aliviar tensiones y respirar de forma consciente”, mantiene Lucía Liencres.

Para la yogui, en el primer trimestre, el enfoque está en calmar náuseas, descansar y respetar el nuevo ritmo del cuerpo. En el segundo trimestre, cuando muchas mujeres se sienten con más energía, se incorporan movimientos más dinámicos que fortalecen la musculatura profunda y preparan el cuerpo para los cambios posturales. En el tercer trimestre, el yoga ayuda a aliviar el peso en la espalda baja, abrir la pelvis y preparar el cuerpo y la mente para el parto.

Además, la respiración es clave: ayuda a reducir el estrés, mejorar la oxigenación y conectar con el bebé. “Muchas de las técnicas utilizadas en el yoga se aplican también durante el trabajo de parto, por lo que incorporarlas en la rutina diaria es una forma de entrenarse sin presión”, mantiene Lucía Liencres, que añade que “el yoga prenatal no es una exigencia más, es un regalo para ti y para tu bebé. Incluso si solo puedes hacer cinco minutos de respiración antes de dormir, ese espacio ya es valioso”.

MUCHO MÁS QUE ESTIRARSE

Más allá de mejorar la postura, aliviar dolores y favorecer el descanso, el yoga prenatal puede ayudarte a sentirte más fuerte, más tranquila y más conectada con tu embarazo. También puede mejorar el vínculo con tu bebé incluso antes del nacimiento y es que uno de los aspectos más destacados del yoga en el embarazo es su impacto no solo en el bienestar de la madre, sino también en el del bebé.

Lucía Liencres explica que “la reducción del estrés materno se asocia con un entorno hormonal más equilibrado, lo que favorece un desarrollo neurológico saludable del feto. Además, el trabajo consciente de la respiración, el movimiento suave y el descanso mental generan un clima de conexión que muchas futuras madres describen como transformador”.

En un momento en que muchas mujeres buscan vivir su embarazo con mayor consciencia y menos exigencias externas, iniciativas como YogaEmbarazadas.com ofrecen no solo herramientas físicas, sino también un acompañamiento emocional profundo. Como señala la propia Lucía Liencres: “Empezamos muchas veces buscando una clase para movernos un poco, y acabamos encontrando un espacio donde respirar, sentirnos escuchadas y prepararnos de verdad para lo que viene”.

Lo cierto es que, si estás esperando un bebé y buscas una rutina que no solo cuide tu cuerpo sino también tus emociones, el yoga prenatal puede convertirse en tu mejor aliado. Y lo más importante: no se trata de hacerlo ‘perfecto’, sino de hacerlo con presencia, con cariño… y con mucha escucha interna.


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