Generalmente conocidas como una fábrica de propiedad independiente que produce una cantidad limitada de cerveza, las microcervecerías están resurgiendo con fuerza en España y 2015 puede ser el año perfecto para que tú también te subas al tren de la «revolución de la cerveza«.
En comparación con las grandes marcas establecidas, las cervezas artesanales tienen la capacidad de atraer a un público mucho más amplio, ofreciendo nuevos gustos y sabores innovadores de mayor calidad y con el atractivo de la producción local.
Bares y restaurantes de todo el país han tomado nota de esta demanda y han empezado a ofrecer estas cervezas únicas y especiales en sus locales, y nuevos eventos están surgiendo por todo el estado para promocionar las cervezas producidas por estas destilerías artesanales.
En este sentido, las catas de cerveza, como ocurre con las de vino, son una nueva manera de degustar esta bebida y están en auge y se ofrecen tanto en las propias microcervecerías como en bares y tiendas especializadas.
Este resurgimiento de la cerveza artesanal también se está produciendo en otros países de nuestro entorno como Francia e Inglaterra, y en Estados Unidos el fenómeno está creciendo sin parar año tras año.
No es que Budweiser vaya a dejar de ser la cerveza predilecta del americano medio, pero cada vez tiene más competidores que “artesanalmente” piden paso.
Y es que el consumidor de cerveza es cada vez más exigente, premia la calidad sobre la cantidad y ciertamente empieza a estar saturado de las mismas viejas cervezas de siempre, sin alma, y de producción masiva, que basan toda su estrategia en campañas de marketing con anuncios de televisión con una canción pegadiza.
Por contra, los fabricantes de cerveza artesanal, con su apuesta por la calidad y la producción limitada en pequeños lotes, tienen la libertad de experimentar y probar cosas nuevas, ofreciendo de esta manera una gama de sabores y conceptos mucho más amplia y original.
En España, el fenómeno nació en Cataluña de la mano de marcas como Rosita, Guineu o Montseny y se ha extendido al resto del estado rápidamente con marcas como las toledanas Domus y Sagra y la madrileña Cibeles.
Y es que al tratarse de un sector que no requiere grandes inversiones, son cada vez más los emprendedores que ven aquí la oportunidad de su vida para dedicarse a aquello más les gusta: producir cerveza artesanal de calidad.
Así que no lo dudes, porque esta puede ser también TÚ oportunidad.
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