Índice
Los niños, cada vez a edades más tempranas, tienen acceso a Internet y a las aplicaciones del mundo digital. Es cierto que la red ofrece muchas oportunidades de aprendizaje y de socialización, pero también entraña muchos peligros.
Esto, al mismo tiempo, implica nuevos desafíos para los padres, profesores y, en definitiva, para cualquier adulto que forme parte de la educación de los más pequeños. Conocer cuáles son los principales peligros de la red, aprender a detectarlos y saber transmitirle a los niños a qué se enfrentan es importante para que realicen un consumo responsable.
También te puede interesar:
- Consejos para no ser una víctima de los bulos de internet
- Cómo crear tu propia tienda en línea y no morir en el intento
“Guiar a los niños para que conozcan y aprendan a evitar los peligros del mundo físico y del virtual puede ser un verdadero reto. Es difícil incluso par alos adultos. Además, los adolescentes no siempre escuchan las opiniones de los adultos sobre Internet. Al fin y al cabo, algunos de ellos llevan mucho tiempo conectados a Internet y usando servicios online y creen que ya lo saben todo, cuando en realidad son las víctimas perfectas”, ha argumentado Josep Albors, Director de Investigación y Concienciación de ESET España.
Establecer una autenticación fuerte
Pensar en una contraseña segura puede ser una tarea complicada que, en ocasiones, ni los adultos cumplen. Deben establecer una clave que sea completamente única y, a ser posible, que sea una frase en lugar de una palabra simple y fácil de adivinar.
También es muy importante que los niños entiendan que nunca deben compartir sus contraseñas con nadie. Y tampoco viene nada mal establecer una autenticación en dos factores. De esta manera, para acceder siempre tendrán que responder a una pregunta de seguridad o introducir un código que hayan recibido en algún dispositivo.
La información personal es personal
Aunque sea evidente, es importante que los niños entiendan los peligros que supone compartir información personal en Internet y en redes sociales. Pueden ser víctimas de phising y por eso resulta fundamental que comprendan que no deben abrir enlaces de fuentes desconocidos, así como tener en cuenta con el spam.
Sus datos son importantes
Desde que son pequeños, los niños tienen una huella digital. Ya sea por la información que ellos mismos publican cuando crecen o por las fotografías que los padres han compartido durante sus primeros años de vida.
Por eso, es muy importante que entiendan cómo pueden utilizar esos datos y qué beneficios pueden aportar a las empresas.
Compartir no siempre es bueno
Hay que tener mucho cuidado a la hora de compartir dispositivos electrónicos. Con total probabilidad, los adolescentes no son conscientes de los riesgos que puede suponer compartir un teléfono móvil cuando les enseñan un vídeo en TikTok o unas fotografías en su ordenador portátil.
Se debe evitar simplemente por una cuestión de seguridad, para evitar bromas indeseadas y, por encima de todo, para proteger su información privada.
Cuidado con los extraños
Igual que los niños aprenden desde pequeños a no hablar ni fiarse de los desconocidos, también deben aplicarlo al mundo digital. Internet no es más que un gran lugar público repleto de desconocidos, por lo que deben tener muy claros los riesgos que hay.
Además, los niños y los adolescentes suelen ser uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes. Es habitual que busquen ganarse su confianza y amistad para después utilizarla en su contra.