Índice
Soy Tomás Cabello, nací en Robledo (León). Conservo recuerdos entrañables de la vida rural: su autenticidad y dureza, el campo, el valor del tiempo y su importancia para las siembras y cosechas, el trabajo colaborativo, la familia unida…
La Salle sembró en mi infancia las semillas de la curiosidad, el esfuerzo, la autonomía, el compromiso, amistades duraderas.
Mi vocación es la educación y la empresa. En la Fundació LLOR (Sant Boi de Llobregat, Barcelona www.fundaciollor.es ) he podido realizar ambas.
Maestro y Licenciado en Ciencias de la Educación por la URL, másteres MBA per Manhattan College y MPM por la Universidad de la Salle, ambos gracias a la influencia de mi amigo, el genial Gmà. Daniel Cabedo.
El Sr. Segura, fundador del LLOR , en 1980 con 25 años, me brindó un sueño, una gran oportunidad que he tratado de merecer con dedicación, compromiso e ilusión, mucha ilusión.
Con padres de alumnos entusiastas, maestros, profesores y colaboradores comprometidos y competentes, hemos dado vida a un proyecto educativo que ofrece a los alumnos de la Fundació LLOR escenarios de excelencia para que puedan desarrollar su talento.
La mayor parte lo consiguen. PISA nos situó al nivel de los mejores países de la OCDE y Pau y Marc Gasol, el Dr. Manel Esteller… son algunos de nuestros embajadores en el Mundo.
Entrevistamos al emprendedor Tomás Cabello, director de la escuela Fundació Llor
¿Por qué crees en el concepto emprendedor?
Ser emprendedor es una condición esencial del ser humano que se manifiesta en la curiosidad por aprender y descubrir, en anhelo por crear, inventar, sorprender…
Estas manifestaciones se dan en todas las personas, sí en todas, y constituyen un importante logro personal que nos hacen sentir muy bien cuando encontramos fórmulas de hacerlas tangibles y, especialmente, si nuestra aportación contribuye a mejoras sociales del ámbito que fuere y obtiene el reconocimiento de los demás.
Somos emprendedores en los retos de nuestra vida personal, en nuestra enriquecedora relación con los demás, aunque el concepto “emprendedor” se vincule más a los proyectos profesionales.
Me atrevería a decir que desarrollar satisfactoriamente esta competencia está en la base de lo que denominamos “realización personal “que abarca todos los aspectos del ser humano, su crecimiento y, obviamente su dimensión profesional y social.
No obstante, “ser” emprendedor combina esta esencia humana con una férrea voluntad de conquista, de éxito y con mucha, mucha ilusión, imprescindibles para asumir importantes riegos, lo que hace que no todos ejerzan como emprendedores.
¿Se puede aplicar el concepto de emprendedor en una escuela, Tomás Cabello?
No solo se puede, sino que debemos ser capaces de generar entusiasmo en nuestros alumnos y confianza en sus habilidades y posibilidades personales.
En proponerse retos, superar los fracasos, aceptar los errores y volver a empezar aplicando la experiencia. Y también a disfrutar del éxito y a compartir lo.
Ha sido un avance significativo considerar que los alumnos han de tener un papel activo y que aprendan de forma no estandarizada.
Ellos son los protagonistas de su proceso de aprendizaje con una ingente cantidad de información y recursos a su alcance: audiovisuales, tecnológicos… y así, el aprendizaje transciende a la propia escuela.
En este escenario también ha cambiado el rol de los profesores. La información se obtiene de las más diversas fuentes así que a ellos les corresponde ser más guías que instructores, deben provocar preguntas que comporten descubrimientos y éxitos personales de los alumnos, más que dar respuestas. Hemos de permitir que los niños, los adolescentes arriesguen, improvisen, acierten y se equivoquen sin penalizar el error, antes al contrario aprovechar éste como una oportunidad de avanzar en la adquisición de las capacidades creativas a la vez que críticas.
Se han de diversificar las metodologías. Que los alumnos puedan elegir la que les permita su mejor desarrollo y , poniendo sus logros en común, aprender unos de otros o mejor aún unos con otros colaborativamente.
La emprendeduría, vista así, es una competencia transversal, aplicable no solo a un proyecto sino a todas las actividades de la escuela y de la vida.
¿Cuáles son los retos para impulsar una educación emprendedora en el curriculum académico?
El primero y más importante es que nos creamos que los niños, los adolescentes tienen cosas que decir sobre la familia, la educación, el pueblo, la sanidad, los problemas sociales… y que sus aportaciones no solamente son respetables, pueden ser geniales!
El currículum favorecerá o no la educación emprendedora, pero siempre estará al alcance del educador emprendedor la posibilidad de promoverla y sus alumnos aprenderán más, encontraran significado y aplicación a los aprendizajes, serán más autónomos y tendrán más confianza en sí mismos.
Hay que respetar sus idees, sus sentimientos, su motivación… ayudarles a superar fracasos, a aprender de los errores, a crecer tolerando lo que no está a nuestro alcance cambiar y a tener ilusión y luchar por aquello que sí puede y merece la pena cambiar. Es un tema más de actitud que de conocimiento.
El conocimiento se adquiere, la actitud hay que trabajarla. Es un proceso más difícil, más profundo pero también con mejores resultados.
Otro reto importante es que el profesor y la escuela se sientan acompañados. No pueden ni deben hacerlo solos.
Las familias han de animar y estar al lado de sus hijos para que la complejidad no desbarate los intentos.
En el entorno hay ejemplos extraordinarios de proyectos empresariales que pueden dar una idea a los alumnos de lo que ellos pueden acabar haciendo.
Lo tendrán más fácil por cuanto la preparación y los medios han mejorado notablemente, pero junto al conocimiento y a los medios no se puede regatear el esfuerzo, sin el cual ningún proyecto valdrá la pena.
Crear buena suerte es crear circunstancias. Que los alumnos se conciencien que el éxito y la suerte, cuando llegan, es después de haber recorrido un camino no exento de intentos fallidos o sonados fracasos, de sobresaltos, de riegos… pero cada uno de esos pasos nos acerca al final, a veces sorprendente, bien diferente al que habíamos imaginado porque también se aprende al tiempo que se hace, que se escucha, que se integran las críticas, pero con todo ello se sigue adelante y se acaban ofreciendo soluciones y servicios que son reconocidos, queridos y comprados por los demás.
¿Qué destacarías en los alumnos y profesores que emprenden y tienen iniciativa emprendedora?
En nuestro centro, la FUNDACIÓ LLOR, hemos emprendido algunos proyectos en los que estamos aplicando las premisas expuestas.
El Ciclo Superior de Primària trabaja “Challenger for Kids”, Tercero de ESO en “Jóvenes change makers” y cuarto de ESO en “Be an entrepreneur” y esperamos ampliarlos y incorporar otros nuevos en todos los niveles educativos.
Son los profesores quienes animan y siguen estos proyectos pero contamos con el asesoramiento y colaboración de organizaciones que de forma altruista nos prestan su apoyo.
Desde estas líneas nuestro agradecimiento a INFONOMIA, ASHOKA, FUNDACION DE EMPRENDEDORES y A L’ INSTITUT D’ESTUDIS FINANCERS que nos introdujo en el programa de Educación Financiera.
Los profesores recibieron las propuestas con entusiasmo. Consideraron que mejoraría la motivación de sus alumnos y el interés por su materia.
Ellos mismos veían la oportunidad de sorprenderse y sorprender a los alumnos saliendo, o integrándolos, en lo previsto y programado.
Los alumnos acogieron estos proyectos con expectación. No saben bien bien lo que va a salir pero están ilusionados con intentarlo. Intercambian y discuten ideas, toman decisiones, buscan medios, forman equipos, planifican, recogen información, analizan otros proyectos similares, eligen, descartan… en definitiva viven. Y que todo esto suceda en la escuela, que feliz aprendizaje!
Esta visión tan “educativa” de la actitud emprendedora, cómo crees que se ve desde los diferentes sectores sociales?
Algunas aportaciones ya me las han hecho con ocasión de someter los proyectos mencionados a la consideración del Patronato, Consejo Escolar, Claustro de Profesores. Asociación de padres…
En el sector educativo próximo, estas opiniones se aceptan como algo ilusionante, como una capacidad que hemos de promover y desarrollar en los alumnos que se encontrarán un mundo que hay que reinventar.
Reivindican que el currículum sea abierto y que haya cabida para éstos y otros proyectos que tengan sentido y conecten con la diversidad de intereses y capacidades personales, sociales y profesionales de los alumnos, de forma que todos puedan progresar.
Los que ya viven la empresa, empresarios, consideran positiva esta iniciación en la escuela si bien lo que ellos esperan es que demos herramientas (contenidos) que les sean útiles para cuando se pongan de verdad a emprender o se integren en proyectos ya existentes.
Su reivindicación más importante es que los alumnos superen los prejuicios con los que de forma generalizada se califica a los empresarios (especuladores, aprovechados…) y concienciarlos que son muy importantes para la creación de puestos de trabajo, para ofrecer servicios, solucionar necesidades, crear riqueza que permita el estado de bienestar de los ciudadanos…
Y también hay quien cree que es otro “encargo” más que se la hace a la escuela, como otros muchos que la sociedad no sabe cómo resolver.
De aquí que no nos podamos quedar solos en este reto, ni sin los medios ni las reformas necesarias para trabajar con solvencia.
Es un tema que a nadie deja indiferente. Ya nos lo dirán.
Si te ha gustado conocer a Tomás Cabello también puedes leer nuestra entrevista a las emprendedoras Andréa Vazquez y Juliana Montaño.