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El emprendedor Diego Bestard es el fundador de y CEO de Urbanitae.
Se trata de un proyecto que se ha convertido en la primera plataforma española de inversión inmobiliaria especializada en grandes proyectos para pequeños inversores.
Entre los objetivos de la compañía se encuentran captar 50.000 usuarios y generar un volumen de negocio de 20 millones de euros, y todo ello a lo largo de sus primeros doce meses de vida.
En la actualidad, Urbanitae cuenta con el respaldo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como plataforma de financiación participativa autorizada para operar en el sector proptech.
El emprendedor Diego Bestard dispone de más de quince años de experiencia en el sector de la consultoría financiera y, a lo largo de ese tiempo, ha desarrollado su carrera entre Estados Unidos y España y ha ocupado cargos en empresas como Primerica Financial Services, Abante Asesores o Zurich Seguros.
Entrevistamos al creador de Urbanitae, el crowdfunding de grandes proyectos inmobiliarios
En esta ocasión, hemos tenido la oportunidad de conocer mejor la trayectoria del emprendedor Diego Bestard y las principales características de Urbanitae, una propuesta pionera en el territorio español.
¿Te consideras emprendedor? ¿Naciste o te hiciste emprendedor?
Sí, me considero emprendedor y soy de los que nació así. Desde pequeño siempre estaba maquinando cosas y, sobre todo, obsesionándome mucho con distintos retos.
También es verdad que el hecho de haber crecido en Estados Unidos me ha ayudado bastante a amoldar la mentalidad y a perder el miedo a eso de “lanzarse” a emprender.
Ahí, desde pequeñitos (con 9 años) ya nos inculcaban el concepto del “entrepeneur”, el valor que traen a la sociedad y, por lo general, no hay tanto miedo al fracaso.
Por otro lado y, a nivel muy personal, el concepto de crear algo de la nada me apasiona y el reto de darle forma al caos y la incertidumbre es lo que más me motiva.
Vivo más a gusto con la incertidumbre que supone el montar una startup nueva que con la certidumbre de tener todo encarrilado.
¿Cuáles son los mayores retos al liderar tu propio proyecto?
Creo que, como en la mayoría de los ámbitos, el mayor reto es el componente humano. Encontrar gente de la que rodearse que no solo aporte valor y competencia, sino que encaje a nivel de cultura de empresa es lo más importante y, a su vez, lo más complicado.
A partir de ahí, si la idea de negocio es buena y el mercado está en el momento adecuado, las cosas se van dando.
Después de montar varias empresas te das cuenta de que el proceso es muy replicable y que lo que compone casi toda la probabilidad de éxito es el equipo que hay detrás y no tanto la “súper idea”. Atraer a un buen equipo es lo más complicado que hay.
Si hubieras podido, ¿habrías empezado antes como emprendedor?
Salvo un breve periodo en el que trabajé por cuenta ajena (menos de un año), toda mi vida he sido emprendedor.
Empecé como asesor financiero autónomo en Estados Unidos antes de acabar la carrera y antes de eso ya había desarrollado cosas que, aunque no teniendo componente empresarial, se podrían considerar emprendedoras. En mi caso, es prácticamente imposible haber sido emprendedor antes.
¿Qué le recomendarías a alguien que se está planteando empezar a emprender?
Mi recomendación es siempre la misma: tienes que estar dispuesto a vivir con el caos y la incertidumbre que supone emprender. Aquí no hay nadie que te marque la ruta a seguir, ni te diga cuándo ni cómo tienes que trabajar.
Hoy en día parece que montar una startup mola porque vas en vaqueros y camiseta al trabajo y juegas a la Play en medio del día, pero la realidad es muy distinta.
Detrás hay mucho trabajo, muchas horas y unas probabilidades de fracaso elevadísimas. Si puedes vivir con eso, emprender (para mí) es la experiencia más bonita que hay.
Otra cosa que recomendaría a todo futuro emprendedor es que sea brutalmente honesto con su gente, ya sean empleados, inversores, familiares y amigos, etc.
Al final, como emprendedores nos pasamos el día vendiendo las bondades de nuestro proyecto, pero la realidad es que por mucho que creamos en él, no tenemos la certeza de que vaya a ir bien.
A toda la gente que he fichado en mis empresas les he dicho lo mismo: tenemos un proyectazo entre manos, tenemos a gente buenísima detrás, tenemos el mercado a favor y creo firmemente en que esto va a ser un éxito.
Pero no tengo ni idea de lo que va a pasar y la probabilidad siempre juega en nuestra contra. Lo único que le puedo asegurar a mi gente es que trabajarán en un sitio donde hay buen ambiente, donde aprendamos todos los unos de los otros y donde se respete a todo el mundo.
Pase lo que pase con la empresa, mi objetivo es que todos los que hayan pasado por ella recuerden su experiencia en el futuro como algo positivo en sus vidas. Esto es de lo poco que sí está al 100 % bajo mi control.
Puedes conocer más historias de empresarios y emprendedores a través de nuestra entrevista al emprendedor Cristóbal Corchado, creador de la app para moteros UVES.