Soy enfermera y pienso que emprender en salud es una buena oportunidad


Soy enfermera y pienso que emprender en salud es una buena oportunidadMe llamo Marta Prats, tengo 42 años, estoy casada y tengo 2 hijos de 6 y 7 años.

Soy enfermera por vocación y emprendedora porque creo que lo llevo dentro desde niña.

Cuando terminé los estudios entré en el Hospital de Sant Pau de Barcelona donde trabajé durante 8 años  mientras hacía pluriempleo en otros dos centros.

Me apasionaba mi profesión y por ello pasé parte de mis vacaciones trabajando en un Hospital de Guatemala y  en Barcelona como voluntaria atendiendo a personas de la tercera edad.

Me especialicé en Medicina Nuclear, y recorrí diferentes Hospitales. En el último donde trabajé, pusimos en marcha un  proyecto de mejora de la calidad asistencial con pacientes oncológicos.

De allí surgió la idea de Nútrim, un espacio donde trabajamos para promover la salud, fomentar estilos de vida saludables y acompañar a las personas en el proceso de recuperación tras una enfermedad. Aunque  echo de menos el Hospital, Nútrim me hace muy feliz.

Entrevista a Marta Prats, enfermera y emprendedora

¿Qué te llamó la atención de ser emprendedora? ¿Naciste o te hiciste emprendedora?

En mi familia somos 3 hermanos, y todos trabajamos por cuenta propia. Creo que lo vivimos ya de pequeños, viendo a nuestro padre siempre en su despacho trabajando hasta tarde.

A los 8 años hice mis pinitos como emprendedora haciendo  dulces en la cocina de casa de mis padres y vendiéndolos a sus amigos. Era el negocio perfecto  ¡Cero inversión, cero gastos, todo beneficio!

Terminados mis estudios y en los casi 19 años que trabajé como enfermera, siempre quise tener mi propio proyecto, pero el sector salud es un sector poco emprendedor, y no es fácil encontrar la oportunidad.

Hace un par de años, en el Servicio de Medicina Nuclear donde trabajaba, pusimos en marcha un proyecto con enfermos de cáncer.

En ese momento empecé a darme cuenta que había una necesidad no cubierta en las personas enfermas y que difícilmente podía ofrecer un hospital. ¡La bombilla se encendió!

Hice un plan de empresa y a medida que lo redactaba, la idea crecía y el proyecto tenía más y más sentido. Lo presenté en un programa para emprendedores y fui una de las seleccionadas. Fueron 6 meses de ir, y venir,  de formación, de networkings  y de relacionarme con personas muy interesantes con ideas, proyectos e ilusiones!

El proyecto maduró y empecé a creer que era posible. El 1 de diciembre de 2011 inauguramos Nútrim, y hasta hoy.

Soy consciente que puede no funcionar según lo esperado, pero en cualquier caso, el camino recorrido y la experiencia adquirida no se enseña en ninguna universidad.

¿Viven mejor los emprendedores?

Depende de lo que se entienda por «vivir bien». En mi caso, que siempre trabajé con horarios y turnos muy estrictos, ahora es genial, tengo libertad para gestionar mi propio tempo y para decidir el rumbo a seguir.

Además, me lo paso en grande con mi trabajo, cada día es distinto al anterior y es realmente  una aventura emocionante.

Lo único que  echo de menos es la vida dentro del hospital: mis compañeros, los momentos a veces frenéticos, mis pacientes de oncología  y ese ir y venir de personas…

En lo económico, ¡que te voy a contar! No tengo una nomina que ingrese mensualmente, pero soy mucho más feliz!

Pero emprender también  significa arriesgar, y no todo el mundo está dispuesto a ello. En una ocasión, alguien con un cargo vinculado al mundo de la emprendeduría social me dijo: claro! A quien tiene dinero, le dan financiación!  Me dolió.

El sueldo de enfermera no es para echar cohetes,  pero aún así arriesgué mis ahorros y parte de los de mi marido para poder crear Nútrim.

Si durante esos años hubiéramos vivido por encima de nuestras posibilidades, no habría podido invertir para poner en marcha una empresa.

Me entristece pensar que el esfuerzo no se reconozca como un valor. Nadie me regaló nada, pero aún así, arriesgué.

¿Qué es lo que más valoras de tu nueva vida como emprendedora?

Aparte de la gestión del tiempo que ya he mencionado antes, ahora resulta más cómodo ya  que trabajo a 3 minutos  a pie de mi casa y del colegio de mis hijos.

Pero sin duda lo mejor es lo diferente que puede llegar a ser un día de otro. Ahora no hay lugar para la monotonía.

Antes de emprender, cambié, voluntariamente, varias veces de empresa porqué no tenía proyección ni posibilidades de crecer dentro de la organización.

En una ocasión lo intenté: Estudié un máster en gestión sanitaria y cuando lo terminé fui a hablar con el departamento de  RRHH para saber qué posibilidades me ofrecían de promocionarme. Me dedicaron su tiempo, pero me dieron un golpecito en la espalda.

Al salir de su despacho puse fecha de caducidad a ese empleo.  Antes de que llegara a dejarlo me ofrecieron un puesto mejor y me marché.

Tuve suerte, acerté. Quien fue mi jefe durante los siguientes  3 años me dio alas. Sabía delegar y trabajar en equipo. Me lo pasé muy bien y hice muy buenos amigos… allí empezó a gestarse Nútrim.

Ahora paso más tiempo sola en el despacho, pero es emocionante: un día recibes una llamada interesante y  otro consigues un nuevo cliente que te alegra la semana! Aunque no todo son cosas buenas: Emprender es vivir en una montaña rusa constante.

¿Qué le recomendarías a alguien que se está pensando el empezar a Emprender?

En primer lugar que no se esconda, que cuente a sus amigos y familiares su proyecto por muy innovador o diferente que crea que es. Pensar que alguien puede robarte la idea es inútil, y si te la quieren copiar es que la idea no es  tan mala.

Lo segundo que lo ponga por escrito. Que haga un plan de empresa  lo más realista posible.

Lo tercero  y no menos importante, que sepa elegir bien al equipo, y si necesita un socio, que sea muy prudente en la elección.

Por último, que se rodee de emprendedores. Escuchar y compartir te ayuda a crecer.

También le diría que le espera un camino a veces difícil, pero tremendamente emocionante. Alguien en una ocasión me dijo: si encuentras a una sola persona que esté suficientemente loco para invertir en tu proyecto, es que la idea es buena.

Mi última recomendación: si crees en ello, ¡lánzate!, pero no al vacío.

¿Tuviste excusas para no emprender antes?

No. Jamás. Si que tuve algunas ideas, unas más locas que otras, pero di el paso en cuanto la idea, el proyecto y las posibilidades permitieron hacerlo posible.

Me hubiera gustado hacerlo con 10 años menos, pero seguramente, sin la experiencia adquirida por el camino recorrido,  no habría surgido la idea.

Además, emprender a cierta edad,  cuando ya tienes familia, tiene sus ventajas. En mi caso Nútrim no es solo mi proyecto,  es un proyecto familiar.

En todo momento he hecho partícipes a mis hijos, y esto les ha ayudado a entender  que su madre muchas veces al llegar a casa tiene que trabajar. De esta manera han vivido los cambios que se han ido produciendo de forma más natural.

Participaron en la elección del nombre y de los diferentes diseños del  logotipo. Cuando íbamos por la calle, apuntaban los teléfonos de los locales comerciales que estaban en alquiler, y durante las obras venían cada semana a ver como evolucionaban.

¡En una ocasión salimos en TVE y alucinaron! Para ellos Nútrim es su casa y para mi es una excelente manera de transmitirles el sentimiento emprendedor, la cultura del esfuerzo y lo importante que es en la vida luchar por tus ilusiones.


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