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Esta es la historia de Carlos. Lo admiro por el cambio que ha impulsado a su vida.
Era funcionario y ha realizado un giro radical para adentrarse en un terreno desconocido para él pero en el que empieza a sentirse cómodo y sobre todo feliz.
No lo tenía fácil al principio por la presión social y porque pensaba si había tomado al decisión correcta. El país necesita talento emprendedor, dinamismo e iniciativa. Este es el relato de Carlos.
Mi nombre es Carlos Marcos. Soy psicólogo, coach y formador de emprendedores y de habilidades directivas. Estudié Psicología en la Universidad de Barcelona por casualidad.
Cuando terminé COU, tenía la duda como muchos adolescentes a esa edad, de que carrera estudiar. Por aquel tiempo, la moda estaba en estudiar empresariales, y así lo hice a la hora de escoger que carrera quería realizar.
No entré por nota, y si que tuve acceso en Psicología (ya no me acuerdo en que opción puse esta carrera). La verdad, es que los primeros años de facultad no me acababan de convencer y fue en cuarto curso cuando empecé a tener gusto por lo que hacia.
Cuando terminé la carrera, tuve que tomar una decisión importante. ¿Hacer el servicio militar? Por distintos motivos decidí hacer la Prestación Social Sustitutoria, y la hice en un centro de menores.
No tenía ni idea que era una institución de este tipo, y tampoco lo que significaría para mi vida, la decisión de realizar la prestación social en este ámbito.
Estuve un año acudiendo por las tardes para “echar una mano”. Fue un mundo que me gustó, que me encantó. Cuando terminé, envié currículums a varios centros de menores para trabajar.
¡No me costó mucho! A los dos meses ya estaba como educador en un Centro de Menores de varones de 14 a 18 años.
Me especialicé en Psicología infantil y juvenil y allá me quedé durante 13 años. Mucha violencia física y verbal, y mi única herramienta: la palabra.
Paralelamente a estos años en el centro, también me dedicaba a realizar formación por libre a las empresas, en el campo de los Recursos Humanos y de la orientación laboral, que era para lo que me había formado en la carrera, así como profundizar en los estudios de Psicología realizando diferentes masters en dicho campo.
En el 2007, decidí dejar mi trabajo como educador y dedicarme plenamente al campo de la formación empresarial.
Entré a trabajar como consultor en Omneom, empresa de consultoría y formación, de la cual soy socio actualmente.
Tengo experiencia en consultoría, selección de personal, orientación laboral y formación para emprendedores y recursos humanos, sobre todo en desarrollo de habilidades directivas y comerciales en administración, banca e industrias, así como en temas de desarrollo personal, inteligencia emocional, counselling, PNL y coaching.
Asimismo, trabajo como coach profesional, en el campo personal, empresarial y deportivo acreditado por la IAC (Internacional Association of Coaches).
También soy colaborador en radio (Cadena COPE) en la tertulia deportiva con Quique Guasch y colaborador en artículos para el diario Sport sobre liderazgo y motivación.
Entrevista a Carlos Marcos, psicólogo, coach y formador de emprendedores
1.- ¿Qué te llamó la atención de ser Emprendedor? ¿Naciste o te hiciste Emprendedor?
Empezando por la segunda pregunta, tengo claro que me he hecho emprendedor. Creo que hay muy pocos emprendedores que nacen.
Son los típicos que desde que son pequeños, se les ven características de liderazgo. Arrastran a los demás a hacer cosas que les gusta.
No, yo no era así. Era más bien dependiente, y las decisiones importantes, en muchas ocasiones dejaba que las tomasen por mí.
Ser emprendedor tiene sus puntos positivos y sus puntos negativos. No hay que engañarse. No podemos lanzar la idea de: “Hazte emprendedor, es la solución”.
Para muchos si. Tienen una idea y coincide con las ganas de hacer un cambio en su vida. Para otros no puede ser la solución, o por falta de ideas, o por querer continuar como siempre.
No nos han inyectado el chip de tener iniciativa, de tomar decisiones y que no las tomen por mí. Nos han hecho un flaco favor con el sistema educativo existente, y aunque las cosas “vayan mal”, hay mucha gente que prefieren estar como están y creo que sería equivocado animarles a emprender.
En mi caso, después de estar varios años trabajando en un centro de menores, encontraba que no tenía la misma ilusión que al principio.
Tenía un trabajo estable, y en este caso fue un amigo de la infancia, emprendedor por vocación “que me dio un empujón” que yo acepté de buen grado, para poder colaborar con él como formador en una consultora: Omneom.
Ya empezaba a ser emprendedor, desde el punto de vista que la existencia de la empresa dependía de la captación de clientes y la preparación de buenos cursos de formación. Si no tenía iniciativa en ese momento, todo se iba al “garete”.
Actualmente, sigo colaborando con Omneom como socio, pero me abro a nuevos proyectos. He creado mi página personal www.carlesmarcos.com.
En ella ofrezco formación y coaching personal, empresarial y deportivo, y también incluye un blog (www.juegaenequipo.blogspot.com) que pretendo que sea un espacio de reflexiones sobre liderazgo y coaching.
Asimismo, estoy en otro proyecto www.tutallerpersonal.com , un espacio de autoconocimiento y desarrollo personal y laboral.
2.- ¿Viven mejor los emprendedores?
Pues depende de cada uno. Si vivir bien es tener tu sueldo a final de mes, seguramente la respuesta es no. Si vivir bien es tomar tus propias decisiones la respuesta es si.
Si vivir bien es trabajar de sol a sol en el proyecto como hacen muchos emprendedores, la respuesta dependerá de ellos y los suyos.
Si vivir bien es organizar tu tiempo, la respuesta es si. Si te gusta disfrutar de tu familia y no tener un horario rígido, en mi caso la respuesta es afirmativa.
Al fin y al cabo, la respuesta tiene que ver mucho con los valores que mueven a la persona en la vida, y que estos coincidan con la manera de llevar el proyecto.
Creo que esto de los valores lo hemos de tener muy claro, para no ir por caminos equivocados. Tenemos que tomar decisiones desde la razón y no desde la emoción, como equivocadamente hacen muchas personas.
Yo hago formación y coaching a emprendedores sobre competencias emocionales que ha de tener un emprendedor, y en el tema de los valores hago especial hincapié.
Por cierto, aprendo continuamente de la fuerza de los alumnos, cuando inician sus proyectos y son fuente de alimentación en mi camino de emprendedor.
3.- ¿Tuviste excusas para no emprender antes?
Durante un tiempo en mi vida, siempre encontraba excusas para todo. En PNL, le llaman tu zona de confort. Ya nos van bien esas creencias limitantes que nos sirven de justificación para no realizar aquello que quieres en el fondo.
En el tema de la emprendeduría también tenía mis excusas, pero tuve la suerte de rodearme de amigos emprendedores que en ciertos momentos me animaban a ponerme las pilas.
Creo que en esos momentos de dudas en el que por encima de todo te hace ilusión empezar un nuevo camino, te has de rodear de gente que piensen en positivo, y olvidarte de aquellos que te dicen: “estás seguro”, “no crees que si haces esto otro será mejor”.
Estos son los que están esperando a que te vaya mal, para confirmar que su bola de cristal es la mejor. Te dirán aquello de “te lo dije”.
4.- ¿Qué es lo que más valoras de tu nueva vida como Emprendedor?
No tener a nadie como jefe. De hecho, dicen que quien se mete a emprendedor y las cosas le van mínimamente bien, les cuesta después volver a trabajar después para otros.
También la idea de no limitarte a una sola cosa y saber diversificar es algo que valoro. Hoy estás en un proceso de coaching, pero mañana estás preparando un curso, visitando a un cliente o lo mejor: impartir la formación…
A nivel más personal, disfrutar más de la familia en distintos horarios, llevar las niñas al cole o ir a recogerlas a menudo, volver a los hobbys que hacia tiempo que no realizaba por el tipo de horario rígido que tenía…
5.- ¿Qué le recomendarías a alguien que se está pensando el empezar a Emprender?
Como decía anteriormente, la formación a emprendedores ha sido importante en mi camino de emprendedor. Espero que también lo haya sido para ellos.
Les diría que para empezar lo único que se necesita es una idea y mucha ilusión. Lo segundo no cuesta dinero y es lo más importante.
Les recomendaría que a parte de lo tangible: plan de empresa, saber hacer el IVA, facturas…hay muchas cosas más “intangibles” por las que un emprendedor pasará y que tiene que gestionar. Me refiero a competencias emocionales.
Saber gestionarse el tiempo, gestionarse las emociones. Que el miedo no nos paralice, que no nos dejemos llevar por la alegría de haber conseguido un cliente, que no caigamos en la “depresión” por que hemos perdido un cliente o que la rabia por llevar tres meses sin cobrar no nos deje tomar las decisiones desde la razón.
También tener herramientas de auto motivación, y sobretodo les recomendaría que entrenasen mucho la persuasión en la comunicación.
Primero escuchar y después argumentar. De poco sirve tener grandes ideas si después te cortas a la hora de venderlo o te conviertes en un charlatán vendiéndolo.