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Cuando las altas temperaturas se acercan, son muchos los emprendedores que buscan fórmulas para proteger la oficina del calor y mantener el despacho a la temperatura ideal.
Según reveló el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSTH), la temperatura idónea en la oficina se sitúa entre los 17 y los 27 grados centígrados.
Además, existen estudios que han demostrado que, una vez superados los 34 grados, el cerebro empieza a destinar una mayor cantidad de recursos a la regulación de la temperatura corporal, lo que reduce la concentración y, por tanto, la productividad.
Es por ello que, poco antes de la llegada del buen tiempo, conviene conocer y aplicar algunas acciones destinadas a proteger la oficina del calor e impedir que la radiación solar incida de manera directa sobre el cristal de las ventanas.
Cómo proteger la oficina del calor siguiendo unos sencillos consejos
Por suerte, en la actualidad existen multitud de posibilidades para las personas que desean mantener la oficina alejada del calor y las elevadas temperaturas propias de los meses estivales.
Así lo ha explicado Juan Almansa, director general de Grupo Almansa, al señalar que “en estos momentos existen en el mercado numerosas soluciones para protegernos del calor que van más allá de cerrar las persianas o jugar con las contraventanas, ambas opciones perfectamente integrables con el diseño a la vez que ofrecen una alta eficiencia.
Hay un gran abanico de opciones donde elegir, tanto en cuestión de funcionalidad como de estética. De esta manera, no solo conseguiremos una mejor temperatura, sino que también podremos ahorrar el consumo eléctrico”.
Si necesitas proteger la oficina del calor, recuerda que en el mercado hay varios tipos de protección solar para ventanas y que Grupo Almansa ha reunido un total de cinco opciones.
Utilizar un vidrio de control solar
Nos encontramos ante un tipo de vidrio también conocido como solar-e que ha sido doble térmicamente reforzado y al que se añade una fina capa transparente en una de sus láminas.
Esto hace que el vidrio absorba parte del calor sin que ello reduzca la cantidad de luz que entra por las ventanas durante la mañana.
Recurrir a vinilos de protección solar
Si quieres proteger el despacho del calor, los vinilos de protección solar o láminas espejo-espía también te serán de gran ayuda, ya que disponen de un revestimiento metálico por ambas caras que reflejan la luz del sol y ejercen un efecto rebote.
Emplear los tradicionales toldos
Los toldos siguen siendo, a día de hoy, muy útiles para paliar el calor propio de los meses de verano porque evitan que la radiación impacte de manera directa sobre las ventanas, siempre y cuando se elija un tejido que no provoque un “efecto invernadero”.
Usar cortinas con aislante térmico
Este tipo de cortinas tienen una tecnología que es capaz de reflejar alrededor del 80 % de los rayos infrarrojos y que consigue rebajar hasta siete grados la temperatura.
Cabe destacar, asimismo, que se adaptan a la perfección a cualquier ventana y que pueden aislar la oficina tanto del frío como del calor.
Apostar por las persianas y las contraventanas
Estos accesorios protegen viviendas y oficinas de las altas temperaturas al evitar la entrada de radiación solar no deseada y se pueden adaptar al entorno lumínico y térmico con gran facilidad.
Si quieres tener la oficina perfecta también puedes tener en cuenta algunos consejos para crear un espacio de trabajo sostenible.