Desde Estados Unidos podemos constatar que en este país han sido capaces de resolver la peor crisis económica y financiera desde la Gran Depresión de 1929.
Lo que fue una terrible y devastadora crisis que afectó a cientos de miles de personas con la pérdida de ahorros, trabajo, casa, se ha pasado a una situación de pleno empleo.
NO hay nada mejor en la libertad del ser humano que poder tener un EMPLEO (propio o en una empresa, institución, etc.) y así tener una compensación económica del esfuerzo y trabajo.
Eso se traduce al final en capacidad y derecho a decidir (término muy de moda estos días). Lo contrario, es decir cuando no hay empleo, es simplemente pobreza y desesperación.
Hoy hacen faltan trabajadores en casi todos los Estados Unidos. En Colorado son más de 90.000 los empleos que están por cubrir.
En New York otros tantos. Mientras en nuestro país la tasa de desempleo es de las más altas de toda Europa y nuestros jóvenes se tienen que ir a buscarse la vida a otro lugar.
¿Qué es lo que ha hecho Estados Unidos para acabar con la crisis? Posiblemente muchas acciones y planes que no vamos a enumerar pero si vamos a mencionar la que prevalece como valor y fundamento de la sociedad norteamericana.
Se premia el esfuerzo y mediante el mismo se genera una cultura de querer avanzar, vivir mejor, trabajar DURO y superar cualquier circunstancia que te pueda deparar la vida.
El resultado es que las familias y cada uno de los norteamericanos viven hoy con unos sueldos que son la envidia de todo país. Tienen un país que les funciona en términos de ofrecer una calidad de vida para todos los que lo integran. Y hablamos de las clases medias, no de los que quedan excluidos, que son los que forman el grueso de la población.
La cultura del esfuerzo es premiar a aquel que se sacrifica y pone empeño y esfuerzo. Y al que no cumple, existen mecanismos para despedirlo de la empresa a la que pueda pertenecer.
Pongamos el caso de un trabajador que no atiende a los ritmos de productividad marcados por la empresa. En Estados Unidos se le despide y se le reemplaza con alguien que lo pueda hacer mejor.
Al trabajador no se le da nada prácticamente y éste tiene que buscarse un nuevo empleo (e intentará hacerlo mejor si no quiere volver a ser despedido).
Como no hay paro la empresa lo tiene que reemplazar con un trabajador con un mayor salario o beneficios sociales. La empresa se tiene que poner guapa para los trabajadores y ser capaces de atraer a los mejores.
En España, al trabajador también se le puede despedir pero con una indemnización que es altísima para la mayoría de las pymes, autónomos y emprendedores, y encima se le da un subsidio de desempleo con lo que «seda» al trabajador con un período de tiempo y dejándolo fuera del mercado laboral.
Resultado: en España a la pyme que ha despedido al trabajador se la penaliza por el poco esfuerzo del trabajador, el trabajador se va con una indemnización y vacaciones pagadas por 2 años.
¿Quién se va a esforzar en trabajar duro y hacerlo mejor? En Estados Unidos las empresas crecen y engordan sus plantillas, los salarios van subiendo y los beneficios sociales que ofrecen también.
Nos comentaba una empresa española como uno de sus trabajadores se quería ir de la misma porque quería cambiar su profesión.
El empresario le comentó a Cristian que se podía ir pero éste se había aconsejado por sindicatos que le habían señalado que lo que tenía que hacer era forzar el despido.
Pasó a trabajar con menor productividad y cometer errores menores hasta llevar la situación a provocar el despido. Se fue de la empresa con la indemnización (12.000 euros) y el paro durante dos años. La empresa no reemplazó a Cristian porque estaba harta de pagar indemnizaciones y prefirió el downsizing.
Cristian no trabaja y lleva meses viviendo del sistema y sin necesidad de querer esforzarse. Tiene 31 años y se aprovecha de una mala política laboral que penaliza a la empresa y beneficia a los que no se esfuerzan.
En Estados Unidos Cristian hubiera sido despedido y éste no se habría llevado nada de la misma, ni subsidios. Pero enseguida se hubiera puesto a trabajar en el empleo que realmente estaba buscando.
Nunca una empresa despedirá a un buen trabajador. Y el despido barato nunca crea precariedad. Es justamente lo contrario, las altas indemnizaciones y subsidios del PARO son las causantes del desempleo.