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La creencia popular dice que trabajar duro es la piedra angular del éxito, que tienes que sudar la gota gorda, perder horas de sueño y dedicarle al trabajo más energía de la que tienes.
Y sí, es posible que esa opción te ayude a alcanzar logros, aunque no es necesariamente la única que puedes aplicar para llegar a los mismos resultados.
La segunda opción es trabajar de forma inteligente, es decir, optimizar el tiempo y el esfuerzo, aprender a tomar las decisiones correctas y avanzar a pasos acertados.
En este artículo aprenderás ocho pautas generales que te ayudarán a elaborar un plan de uso eficiente de tu tiempo y tu empeño y a trabajar de forma inteligente.
Cómo trabajar de forma inteligente
Enfócate en la calidad de las tareas que realizas, no en la cantidad: aprende a priorizar tareas y pon el enfoque en completar las más importantes o aquellas cuyo impacto sea mayor al momento de alcanzar el objetivo que quieres lograr.
Reconoce tus fortalezas y tus debilidades: haz una lista honesta de cuáles son tus habilidades más sobresalientes y cuáles aquellas en las que no logras destacar.
En base a eso, trata de asumir proyectos que coincidan con tus puntos fuertes y delega aquellos que toquen tus puntos débiles. Esto te ayudará a usar tus recursos y tu talento de un modo más eficiente.
No compres resultados con moneda emocional: no malgastes tu energía trabajando en un proyecto que no te guste o que no esté dentro de tu rango de intereses, más allá de la retribución económica que pueda traerte.
Tarde o temprano terminarás abandonándolo y habrás perdido valiosos recursos que podrías haberle dedicado al trabajo de tus sueños.
Organízate: si quieres trabajar de forma inteligente organiza las tareas en grupos según se asemejen o se conecten y dedícale a cada grupo un momento específico del día.
Por ejemplo, a menos que esperes un email urgente, no es necesario abrir la bandeja de entrada de tu correo quince veces al día. Es mucho más efectivo revisar el correo una o dos veces y dedicar un momento de la jornada exclusivamente para ello.
Edúcate: la educación es tu mejor amiga: para trabajar de modo inteligente has de mantenerte en constante formación, aprendiendo sobre nuevas tendencias y mejorando tus habilidades.
El mercado laboral evoluciona y has de estar listo para adaptarte de modo práctico a cualquier cambio que se presente.
Delega: no tengas miedo de delegar las tareas que te roban tiempo, que precisan más habilidades de las que dispones o cuyos resultados no justifican las horas de trabajo que les dedicas.
Puedes echar mano de plataformas on-line como StarOfService para encontrar profesionales en las tareas en las que necesitas ayuda.
Busca atajos: esto no significa que debas dejar tareas incompletas o darle poco valor a tu trabajo, sino todo lo contrario: para poder optimizar el tiempo es necesario estudiar meticulosamente el proceso requerido para alcanzar un objetivo y analizar alternativas que permitan alcanzar el mismo resultado con un menor uso de recursos.
Invierte tu tiempo de forma inteligente: prioriza y administra tu tiempo de modo eficiente, utilizando los momentos del día en los que eres más productivo para aquellas tareas que más requieran de tus talentos o habilidades y deja las tareas sencillas o poco importantes para cuando no te sientas necesariamente al tope de tus capacidades.