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Los primeros pasos de los emprendedores, los autónomos y, en definitiva, de cualquier persona que decide poner en marcha un negocio no son nada fáciles. El aspecto económico es uno de los más importantes y el que habitualmente condiciona el devenir del proyecto que tienes entre manos.
Si ya te has lanzado a la aventura o si, por el contrario, piensas hacerlo en 2023, es probable que tengas en mente los préstamos personales para tener una liquidez de manera inmediata. Solicitarlo suele ser una tarea muy sencilla, pero pueden surgir muchas dudas cuando hablamos de la amortización de un préstamo.
¿Qué es la amortización de un préstamo personal y cómo llevarla a cabo?
La amortización de un préstamo personal consiste en abonar la totalidad del dinero o una parte de forma anticipada. De esta manera, si un autónomo pone en marcha un negocio y en los primeros meses obtiene beneficios, puede optar por una amortización total o parcial. Ahora bien, veamos en profundidad en qué consiste cada una de estas alternativas:
- Amortización total: Como su propio nombre indica, se puede amortizar de manera total un préstamo personal. Queda completamente cancelado y la deuda, saldada.
- Amortización parcial con reducción de cuota o de plazo: Si no se tiene en el momento la cantidad total de la deuda, es posible abonar una parte. Ahora bien, la reducción durante los siguientes meses se puede aplicar sobre la cuota o sobre el plazo, a elegir por el cliente. De esta manera, es posible que la cuota mensual, a partir del momento de la amortización parcial, se reduzca o bien se mantenga, pero se acorte el tiempo previsto para amortizar por completo la deuda.
¿Cuáles son los intereses o las comisiones?
Otra de las cuestiones que más preocupan a los consumidores son los intereses de un préstamo personal y su correspondiente amortización. Las condiciones siempre están correctamente reflejadas en la firma del préstamo en cuestión, pues en algunos casos hay que esperar un plazo determinado o abonar comisiones en concepto de amortización anticipada.
Estas comisiones suelen ser del 1% si queda más de un año de préstamo por abonar o del 0,5% si queda menos de un año. Todo depende de la entidad en cuestión, pues algunas también permiten devolver determinada cantidad sin necesidad de afrontar también la comisión anticipada.
¿Qué sistema de amortización elegir y cómo llevar un control?
Hay diferentes sistemas de amortización que varían en función del capital prestado y de los intereses. El más común en España es el sistema francés, pero también existe el alemán —el segundo más utilizado— y el americano —no tan común en España, pero muy frecuente para las empresas—.
Elijas el que elijas, es muy importante llevar un control y la mejor forma de hacerlo es mediante un cuadro de amortización del préstamo. La manera más sencilla de hacerlo es a través de una hoja de Excel, pues existen plantillas sobre las que trabajar. En ella debe figurar obligatoriamente el mes en cuestión, el tipo de interés expresado en porcentaje, la cuota, la amortización, el interés y el capital pendiente.
Las funciones PAGO, PAGOINT y PAGOPRIN serán tus grandes aliadas, pues muestran la cantidad a abonar mensualmente después de la amortización, así como la parte correspondiente al interés y al capital.