Beneficios de la negociación para evitar conflictos en la empresa

Las disputas y conflictos en el lugar de trabajo son un hecho inevitable.

Cuando no se manejan bien, las disputas pueden debilitar con rapidez la moral, afectar la productividad e incluso generar conflictos de importancia.

Sin embargo, muchos líderes empresariales piensan que son negociadores expertos porque han tenido mucha práctica en ello. Pero negociar mucho a lo largo del tiempo no es lo mismo que negociar bien.

Es importante conocer en profundidad las técnicas de negociación más eficaces para resolver los conflictos de la empresa, ya sea entre trabajadores o miembros de un equipo.

Los directivos deben contar con dichas habilidades de liderazgo para solucionar cualquier problema. Las empresas y organizaciones son conscientes de la importancia de ejercer un estilo de liderazgo adaptado a cada situación.

Por este motivo, ha aumentado la necesidad de la formación para implementar acciones innovadoras. Por tanto, la formación continua en todos los aspectos que implican ejercer una gestión empresarial eficiente es imprescindible.

Por qué es importante la negociación para evitar conflictos en la empresa

En una empresa pueden surgir dos tipos de conflictos: los interpersonales y los organizacionales. Los primeros son provocados por la interacción de las personas, incluso pueden influir problemas de fuera de la empresa.

Mientras que los organizacionales se producen dentro de los grupos de trabajo, departamentos o por conflictos a la hora de alcanzar objetivos de la empresa.

Aprender a negociar con eficacia para minimizar las confrontaciones y resolver conflictos, ayuda a las personas a manejar el conflicto de manera constructiva.

Al poner en práctica ciertas actitudes, estrategias y comportamientos positivos asociados con negociaciones exitosas, se desarrolla la experiencia necesaria para facilitar la forma en que las personas manejan los conflictos.

Este poder de negociación ayuda a evitar, acomodar, confrontar, comprometer o colaborar, según la situación.

Desarrollar habilidades de negociación te permite persuadir a otros de manera más efectiva, usar diferentes estilos y establecer objetivos.

Cuando sabes cómo manejar las confrontaciones interpersonales de la empresa, puedes minimizar o incluso evitar que estos conflictos interfieran en el trabajo y en la productividad del personal y de la empresa en general.

A medida que construyes confianza, puedes utilizar enfoques creativos para permitir que otros resuelvan sus diferencias a través de ejercicios de cooperación, empatía y trabajo en equipo.

Contar con estas habilidades de liderazgo es esencial para contribuir al buen clima organizacional y funcionamiento de la empresa.

Evitar que los empleados o miembros del equipo tengan problemas entre ellos puede incrementar de manera directa la productividad del negocio y, por tanto, en el cumplimiento de los objetivos generales.

5 técnicas de negociación

Una vez se haya identificado el conflicto entre trabajadores de un área o un equipo de trabajo, es hora de poner en práctica algunas de las técnicas de negociación para conseguir los beneficios mencionados con anterioridad.

A continuación, descubre las técnicas más efectivas y de mayor aplicación en las empresas.

• Escucha activa

Esto es vital. De nada sirve asentir con la cabeza, significa mostrar un interés real en lo que dice la otra persona y parafrasear los puntos clave para demostrar que los has entendido.

Debes evitar interrumpir, ser demasiado crítico, cuestionar los argumentos del otro y no saltar con consejos no solicitados o apresurarse a juzgar.

Escuchar activamente y con empatía hace que sea más fácil generar confianza, apreciar las posiciones de los demás e identificar intereses compartidos para llegar a un acuerdo entre ambas partes.

Es a partir de las conversaciones más difíciles que se pueden encontrar soluciones efectivas a nivel personal, profesional y empresarial.

• Reformulación

Tener en cuenta los diferentes puntos de vista hace que sea más fácil lograr que las partes cambien sus posturas sobre temas particulares.

Aquí la atención se centra en alejar a las personas de posiciones fijas y ultimatums y guiarlas hacia puntos de interés comunes.

En lugar de jugar el juego de la culpa, la reformulación se centra en encontrar soluciones. Las habilidades de un buen líder son aquellas que consiguen que las partes del conflicto miren al futuro con soluciones y no al pasado con sus posibles errores.

• Identificando intereses

Es evidente que en un proceso de negociación, las partes involucradas no siempre están dispuestas a revelar ni demostrar sus intereses.

El papel de un mediador puede ayudar a descifrar o dar pautas sobre aspectos relacionados con el objetivo central de la negociación.

A partir de esa situación, cada una de las partes reflexiona sobre su posición y prepara su intervención para entrar en una negociación bajo la filosofía de ganar-ganar.

Para hacer esto, debes saber lo suficiente como para preguntar, participar en la escucha activa mencionada anteriormente y buscar líneas alternativas de acción.

Un aspecto fundamental para el éxito de una negociación es disponer de un ambiente libre de presión e interrupciones de cualquier tipo.

• Evaluación

Cuando los participantes están avanzados en el proceso, pueden fácilmente perder el rumbo de los objetivos que buscan en la negociación.

Por esta razón, otra habilidad vital en la mediación es poder dar un paso atrás y evaluar las ventajas y desventajas de llegar a un acuerdo en lugar de abandonar el proceso.

Al tener una evaluación realista de la situación desde una perspectiva más amplia y externa, los participantes obtienen una mayor apreciación de lo que está en juego, lo que ayudará a concentrar las mentes en la búsqueda de soluciones.

• Persistencia

El optimismo y la persistencia son dos rasgos que diferencian a los líderes comprometidos con contar con un equipo de colaboradores motivado y en un ambiente de trabajo, en la medida de lo posible, libre de conflictos.

Del mismo modo, un gerente debe mantener una perspectiva optimista, destacando el progreso logrado por las personas y la empresa en general, en lugar de centrarse en las diferencias que aún deben superarse.

Los directivos también deben mantener abiertos los canales de comunicación, estar dispuestos a llegar a un acuerdo y alentar a todos los involucrados a adoptar una mentalidad igualmente positiva para alcanzar los objetivos estratégicos de la empresa.