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Este método de resolución de problemas fue desarrollado por la Ford Motor Company en 1987 para abordar y resolver problemas.
Si bien este método comenzó a usarse exclusivamente en la industria automotriz -para la que fue creado- su eficacia ha atraído poco a poco a empresas de otras industrias.
Enfocado en la mejora de productos y procesos, su propósito es identificar, corregir y eliminar problemas recurrentes y establecer una acción correctiva basada en el análisis estadístico y en el origen de los mismos.
Según expertos de Consultoría Empresarial en encuestas realizadas entre sus usuarios por la compañía StarOfService, los beneficios de la metodología de las Ocho Disciplinas (8D) radican en que incluyen enfoques eficaces para encontrar una causa del problema, desarrollar acciones apropiadas para eliminarla de raíz e implementar una acción correctiva permanente.
El sistema también ayuda a explorar los sistemas de control que permitieron que el inicio del problema pasara desapercibido en un primer lugar y mejora la capacidad del sistema de control para detectar el fallo o sus posibilidades de ocurrir de nuevo.
Aunque inicialmente abarcaba ocho etapas o disciplinas (las «D»), fue posteriormente aumentada por una etapa de planificación inicial.
El método de las Ocho Disciplinas para la resolución de problemas
Las ocho disciplinas de este método para la resolución de problemas son las siguientes:
Planeamiento y organización: determinar qué problema ha de ser resuelto y cuáles son los requisitos para enfrentarlo.
Crear un equipo: establecer un equipo de profesionales con conocimiento profundo del producto o proceso que está presentando el problema ayudará a visualizar los puntos conflictivos con mayor rapidez.
Definir el problema: especificar el problema identificando en términos cuantificables la respuesta a las siete preguntas: ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuántos? ¿Quién?
Implementar y verificar una acción de contención provisional: definir e implementar acciones de contención para aislar el problema de los clientes al menos de manera temporal.
Verificar la causa raíz y los puntos de escape: identificar todas las causas aplicables que podrían explicar por qué se ha producido el problema y por qué no se notó en el momento en el que ocurrió. Todas las causas han de ser verificadas o probadas.
Elegir y verificar acciones correctivas permanentes (del inglés Permanent Corrective Actions): además de las medidas permanentes, han de definirse las acciones preventivas para evitar recurrencia.
Implementar y validar las acciones correctivas permanentes: definir e implementar las mejores acciones correctivas.
Prevenir la recurrencia del problema o de su causa raíz: modificando los sistemas de gestión, los sistemas operativos, las prácticas y los procedimientos para evitar la repetición de este y otros problemas similares.
Reconocer los esfuerzos del equipo: agradecer los esfuerzos colectivos del equipo, que en caso de éxito ha de ser reconocido de manera formal por la organización.
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