Soy Francisco López Martínez (Paco). Tengo 55 años. Nací en Barcelona y vivo a caballo entre Barcelona y Castelldefels. Soy Licenciado en Ciencias Empresariales y MBA por ESADE y licenciado en Derecho. Después de más 14 años como socio de Arthur Andersen, en 2003 regresé a mi despacho profesional, desde el que he lanzado un par de proyectos empresariales. Antes de Andersen tuve una empresa (CMC) que vendí a Andersen. Todo lo he hecho con socios. Todos ellos siguen siendo mis amigos. También tengo una finca agrícola en explotación, que comparto con mi esposa. Soy consejero de varias empresas, entre ellas la sociedad de capital riesgo Inveready. He escrito varios libros y mantengo mi blog.
1.- ¿Qué te llamó la atención de ser Emprendedor?
Yo me he sentido emprendedor desde siempre. En casa, mi padre tenía un pequeño taller de carpintería (que le iba fatal) y mi madre un taller de modistería (que le iba fenomenal). Crecí a caballo de las dos empresitas familiares. Sufriendo y disfrutando con ellas, y compartiéndolo con mis padres. Eso despertó mi vocación por la gestión de empresas (y por eso me licencié en Empresariales en ESADE). A los 15 años ya administraba el taller de mi padre. A los 17 lo cerré y lo reconvertí en un comercio textil (mi padre era un pésimo empresario, aunque un magnífico artesano). A los 28 años creé mi primera empresa, que integré en Arthur Andersen a los 35, después de haberla hecho crecer hasta las 103 personas en plantilla. Después de integrarme como socio en Andersen, en 2003 volví a crear una nueva empresa (FraLucca), y en 2008 una editorial (Libros de Cabecera). No sé vivir sin emprender. Creo que todo aquel que se sienta seguro de su capacidad de aportar valor puede (y debe) emprender una aventura empresarial. Las empresas, los empresarios, son quienes mueven la economía. Todo lo demás se deja arrastrar por ellos.
La satisfacción de crear un proyecto empresarial y verlo crecer y desarrollarse sólo es comparable a la de tener un hijo. Una empresa es como un hijo.
2.- ¿Viven mejor los emprendedores?
Ser emprendedor supone vivir constantemente pendiente de la empresa. Como ser padre es vivir constantemente pendientes de los hijos. ¿Es eso vivir mejor o pero? No lo sé. Para quienes tenemos vocación de ser emprendedores, como para los que somos padres, las satisfacciones superan en mucho a los esfuerzos y los sinsabores.
3.- ¿Cuáles fueron las excusas que encontrabas para no emprender antes?
Yo nunca he encontrado excusas para no emprender. Siempre que he podido he emprendido nuevos proyectos. Mi límite es mi capacidad y mi tiempo. Pero siempre he procurado encontrar compañeros de viaje con los que emprender a gusto.
4.- ¿Qué es lo que más valoras de tu nueva vida como Emprendedor?
Actualmente, con el proyecto FraLucca, lo que más valoro es afrontar el difícil reto de tener que crear un nuevo concepto de servicios administrativos para empresas, descubriendo paso a paso una nueva categoría de productos, por lo que implica de innovación en un sector enormemente atomizado, en el que buscamos el liderazgo en España a medio plazo. Es decir, valoro estar jugándomela de nuevo a mis 55 años.
5.- ¿Qué le recomendarías a alguien que se está pensando el empezar a emprender?
Que piense en sus capacidades y en un proyecto que sea diferencial, y que se vuelque en el mismo. Que cree equipo y apueste por él. Si el proyecto aporta valor al mercado, el éxito llega. Aunque hay que currárselo. Y que no se desespere, porque los proyectos empresariales siguen lo que yo llamo la línea de la raíz cuadrada: primero parece que van muy bien, con los primeros pasos, pero luego pasan una etapa más dura, en que las expectativas no se cumplen al ritmo esperado y los recursos se acaban, es cuando no hay que desesperarse y aguantar, porque en algún momento, casi sin saber porqué, las cosas empiezan a salir y el negocio remonta. Es entonces cuando se ha pasado la primera puerta de la verdad, a partir de ahí el negocio fluye.