Soy Eva Gordo, tengo 35 años. El ser emprendedora es algo que siempre he tenido en la sangre, pertenezco a la sexta generación de emprendedores en mi familia. Mi formación empieza simplemente en una Formación Profesional concretamente Técnico Especialista Administrativo de Informática de Empresas, a partir de ahí he ido ampliándola mediante formaciones de Liderazgo, Finanzas Operativas, Marketing 2.0, Asistencia Virtual…………..
He andado por muchas empresas como trabajador por cuenta ajena, pero siempre he podido conseguir una experiencia positiva de cada una de ellas que me han servido para saber qué es exactamente lo que no quería y como mejorar lo que quería conseguir.
PREGUNTAS
1.- ¿Qué te llamó la atención de ser Emprendedora?
Principalmente porque nunca me identifique con mis compañeros de trabajo, entendía perfectamente la postura del empresario e incluso la defendía por lo que a veces me clasificaban como la pelota de la oficina pero lo que tenía muy claro que era una actitud de conciencia empresarial que el resto no llegaba a comprender.
Siempre estaba pensando en cómo mejorar el proceso del cual era responsable e incluso el que podía ofrecer a los clientes que no ofreciera el resto, incluso realizaba bocetos para analizar en profundidad como llegar a modificarlos sopesando peros y contras. Está claro que no es algo muy habitual en alguien que trabaja en código de dependencia para un tercero.
Algunos empresarios ante esta actitud se asustaban y no me renovaban el contrato y en otras ocasiones el empresario se abrumaba por lo que cortaba mis alas creativas por ese temor a sentirse menos preciado por tener mayores conocimientos de algo en concreto.
Estaba claro que si quería sentirme llena completamente en el mundo laboral el único camino que lo conseguiría sería el emprendimiento como lo hicieron anteriormente algunos miembros de mi familia.
2.- ¿Viven mejor los emprendedores?
Mejor no te lo sabría decir, pero más felices seguro porque hacen lo que verdaderamente les gusta y deciden sobre lo que realmente quieren hacer.
No nos engañemos, el vivir como emprendedor te mantiene en una continua cuerda floja porque sabes como estas en el día de hoy e ir planificando constantemente el cómo estarás en el día de mañana, analizar y rectificar sobre la marcha los factores externos que uno no puede controlar.
Además si dispones de plantilla, sufres la presión añadida de que si te equivocas y tu proyecto fracasa no solamente pierdes el capital que pudieras invertir sino que además las familias de tus trabajadores dejarán posiblemente de tener el plato en la mesa por tu mala decisión. Y el factor añadido que la mayoría de tu familia, amigos, conocidos y bancos cuando les hablas de emprender te miran como si estuvieras loco y todos intentan convencerte que mejor lo dejes correr.
Pero el levantarte cada mañana para trabajar en lo que verdaderamente te gusta, es algo que realmente merezca la pena y si además como en mi caso llegas al éxito de sacarlo adelante no tiene precio.
3.- ¿Cuáles fueron las excusas que encontrabas para no emprender antes?
En mi caso no habían excusas, simplemente sabia que tenía que conseguir que mi emprendimiento fuera solvente tanto a nivel económico como emocional. No todos están preparados para emprender, si hubiera sido por mi tal vez lo habría hecho desde los 16 años edad en la que puedes empezar a trabajar.
Pero emocionalmente no hubiera estado preparada y aunque hubiera dispuesto del capital mi emprendimiento habría fracasado seguro porque no tenía el punto de madurez necesario para asumir lo que suponen llevar un negocio.
Y piensa que no hablo de formación ¿realmente alguna vez se está verdaderamente formado?, yo me formo constantemente porque lo que se hoy no sirve para mañana. Pero la experiencia hace muchísimo, todavía no comprendo porque existen empresas que no desean contratar a profesionales mayores de 45 años su factor experiencia es verdaderamente incalculable. Ya lo dice el dicho “sabe más el diablo por viejo que por diablo” y es algo que tengo muy en cuenta a la hora de contratar.
¡Ojo! Eso no quiere decir que no quiera contratar a gente joven recién salida de la academia, creo que encontrar un punto intermedio es fantástico.
En mi empresa el punto de equilibrio esta precisamente en tener a personal joven lleno de energía con grandes conocimientos y una fantástica visión que comprende el mundo actual con maravillosos profesionales mayores de 45 años con una amplia experiencia que saben perfectamente por donde respira el mundo porque se lo huelen instintivamente gracias al camino recorrido durante tantos años. Si consigues que las debilidades de unos se complementen con las fortalezas de otros, te puedo asegurar que vas a tener un equipo ganador.
Los más jóvenes actualizan los conocimientos de los más mayores y estos últimos llenan de experiencia y sabiduría a los primeros.
Y lo más importante de todo ¡yo cada día aprendo mucho de ellos! El empresario que no sabe escuchar e identificarse con su plantilla, es un empresario condenado a terminar en el fracaso y a una vida empresarial en solitario.
4.- ¿Qué es lo que más valoras de tu nueva vida como Emprendedora?
Para empezar el poder conseguir que yo y cada uno de mis empleados tengamos una verdadera conciliación familiar, decidir donde quiero ir y con qué clase de clientes quiero trabajar, el sentirme satisfecha plenamente de mis logros o por ejemplo el saber que mi plantilla estará a mi lado pase lo que pase como ejemplo.
Recuerdo en cierta ocasión que por una mala decisión, casi termino en el cierre de mi empresa y me vi en la obligación de reunir a la plantilla que disponía en aquel momento. No fue un momento fácil la verdad, pero el resultado de esa reunión fue informarles de que la situación actual en la que se encontraba la empresa era que no podía pagarles el salario ese mes y que si decidían dejar la empresa lo entendía perfectamente. Solo me realizaron dos preguntas ¿si nos quedamos podemos cambiar algo? Y ¿Qué hacemos para cambiar la situación? No se fue ninguno e incluso trabajaron dos meses sin cobrar para cambiar la situación y sacar la empresa a flote. Eso es algo que no tiene precio.
5.- ¿Qué le recomendarías a alguien que se está pensando el empezar a emprender?
Principalmente que se autoanalice lo más sinceramente posible para saber si está preparado realmente para emprender, no todos lo están.
Y si ese análisis es positivo que empiece por realizar acciones, la mayoría de los proyectos se quedan en el tintero porque nunca se empieza a reaccionar, se quedan en simples planificaciones que nunca llegan a ser acciones.
Una acción siempre conlleva a una reacción y ese es el principio ineludible para emprender, lograr una reacción que ponga en marcha el motor de nuestro proyecto.
Y la más importante de todas, que si emprender ese proyecto es su sueño que nada ni nadie los paralice sino que realicen todo lo posible para conseguir que ese sueño se haga realidad.