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España es tierra de vinos y de caldos tan exquisitos y excepcionales como Relatos, un crianza de seis meses elaborado al 100 % con la variedad Garnacha mediante la selección uva a uva.
La responsable de su elaboración es la bodega boutique Huellas del Tiétar, acogida a la D.O.P. Cebreros y puesta en marcha con el objetivo de recuperar las viñas de la Sierra de Gredos.
La uva Garnacha que caracteriza al vino Relatos procede de la zona nordeste de la Sierra de Gredos, en concreto del municipio abulense de El Barraco.
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Relatos recibe una Medalla de Oro en el Concurso Internacional Grenaches du Monde
En el territorio español podemos presumir de tener caldos únicos que son capaces de deleitar el paladar de cualquier amante del vino, y Relatos es un claro ejemplo de ello.
Y es que este crianza cultivado en Huellas del Tiétar se ha convertido en el primer vino de Castilla y León en recibir una Medalla de Oro en el Concurso Internacional Grenaches du Monde, celebrado en la región francesa de Montpellier.
El jurado de este certamen que este año ha celebrado su octava edición ha estado compuesto por un total de 68 profesionales organizados por el Consejo Interprofesional de los Vinos de Rosellón que han analizado más de 830 vinos del mundo entero.
La mayoría de ellos se elaboran con la uva Garnacha, que ocupa el séptimo lugar entre las más plantadas en el mundo.
Otro aspecto a destacar de este tipo de uva es que se cultiva de manera manual y es respetuosa con el medio ambiente.
Si nos centramos en su cultivo, vemos que la uva Garnacha se almacena a cinco grados centígrados durante quince horas.
Transcurrido ese tiempo, es despalillada y seleccionada “uva a uva” para que solo entren en el depósito las uvas en estado óptimo de maduración.
Acto seguido, comienza la fermentación alcohólica con levaduras autóctonas a temperatura controlada y, por último, se realiza la fermentación maloláctica en la propia barrica de roble francés de 500 litros donde el vino inicia una crianza de seis meses antes de ser embotellado.
El proceso puede resultar complejo debido a que, tal como ha explicado Celia de Dios Lafuente, directora técnica de la bodega Huellas del Tiétar, “conseguir que la maduración fenólica sea la adecuada es cada vez más difícil debido a aspectos vinculados al cambio climático.
No todos los años se consigue un equilibrio entre todos los tipos de maduraciones de la uva”.
Gracias a este proceso es posible disfrutar de vinos como Relatos, que desprende un delicioso aroma a mora, frambuesa y cacao que se combina con recuerdos a pimienta, toques ahumados y a confitura de fresas con notas especiadas en vía retronasal.
Al probarlo, es posible notar en el paladar un paso suave aunque persistente, con nervio y tensión.
En palabras de Feliciano Conde, impulsor de Huellas del Tiétar, “creo que han sido estas particularidades las que han convencido a un jurado exigente que se centra en los pequeños detalles”.
Pero Relatos no es el único vino elaborado en Huellas del Tiétar, ya que esta bodega boutique también pone a disposición de los amantes de los caldos un tinto semidulce llamado Otro Cantar, un rosado bajo el nombre de Bendita Frescura, un blanco embotellado como Comisura del que tan solo se elaboran 774 botellas y un tinto con trece meses de crianza que, haciendo referencia a su nombre Efímero, es de edición limitada.
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