Este país necesita dar la oportunidad a los jóvenes. Y no se está haciendo.
La consecuencia directa es la poca implicación de nuestra juventud en rejuvenecer el tejido social, económico y empresarial.
A nivel de emprendedores, tampoco destacamos y no hemos conseguido que nuestros jóvenes se interesen por esto de emprender ya que tampoco les hemos enseñado.
Con las cifras alarmantes de desempleo juvenil, éstos están desganados y con muy poca motivación para emprender y lanzarse a buscarse la vida profesionalmente.
Los que lo intentan se encuentran solos, con problemas y poco apoyo del resto de la sociedad. Por nuestra parte queremos invitar a todos los jóvenes a que se hagan emprendedores.
Es posiblemente la única oportunidad que les queda y desde aquí apoyarles y brindarles todos los consejos y recomendaciones posibles. Un país que se preste a ofrecer calidad de vida y bienestar a sus conciudadanos no puede permitirse dar la espalda a los jóvenes.
Sara estaba entre la lista de parados que mes a mes percibe como nadie le tiende la mano para un desarrollo profesional óptimo. Esta es la historia de Sara, licenciada en Periodismo y Relaciones Públicas
Conocí a Sara en un proceso de selección de personal para uno de los proyectos que gestionamos. Mi primera reacción fue intentar saber y conocer algún posible talento profesional que le mereciese ser considerada en nuestra selección de personal.
Buscábamos una persona joven con iniciativa y ganas de aportar. También considerábamos como una aptitud el querer formar parte de un proyecto con un equipo ya formado pero a la vez con aportación individual y emprendedora para enriquecernos de lo que nos podía traer el nuevo profesional.
Recibimos más de 400 solicitudes en apenas 10 días. Era materialmente imposible descifrar en los CV’s el valor real de cada candidato. Sara enseguida mostró lucidez y un conocimiento de los medios digitales para la comunicación.
Se encontraba a más de 500 kilómetros de distancia de nosotros pero se le percibía cerca y muy próxima a nosotros. La entrevistamos por Skype y por teléfono en un par de ocasiones y enseguida nos decidimos. Era la persona que buscábamos.
Luego nos enteramos de que estaba en el paro y no podía entender como una persona con su talento y personalidad no estaba formando de un equipo.
Es el mal de este país, que no sabemos aprovechar todo nuestro potencial humano y profesional. Por suerte Sara está con nosotros pero hay muchas más como ella. Deberíamos tener más atención con ellos. Y el Gobierno debería primar la contratación por parte de los emprendedores de nuestra juventud. Todos ganarían!