La emprendedora Mireia Solsona factura más 750.000 euros a través de Etsy


La emprendedora Mireia Solsona factura más 750.000 euros a través de Etsy - Diario de EmprendedoresConocer la historia de emprendedores que hayan conseguido triunfar con sus propuestas puede resultar de lo más inspirador y motivador para quienes se están planteando sumergirse de lleno en el mundo del emprendimiento.

Por eso hoy queremos hablarte de Mireia Solsona, una emprendedora que se ha animado a contarnos su historia y nos ha explicado cómo ha conseguido facturar más de 750.000 euros con su marca de vestidos bohemios Mimètik Bcn.

¿Quieres saber cuáles han sido las claves del éxito de la propuesta creada por Mireia Solsona? Sigue leyendo y podrás conocer la historia de esta emprendedora.

La historia de Mireia Solsona y su marca de vestidos bohemios Mimètik Bcn

¡Hola! Me llamo Mireia Solsona y soy emprendedora en el mundo handmade. Llevo 12 años con mi marca de vestidos bohemios Mimètik Bcn.

En la actualidad, cuento con un equipo de siete trabajadoras, un atelier precioso en Barcelona, más de un millón de euros facturados y la suficiente libertad de horario para pasar todas las tardes con mi hija y mi pareja.

Suena bonito, ¿no? ¡Y tanto! Es probable que pienses que no fue siempre así, ¿verdad? Pues tienes mucha razón, ¡MUCHA!

Nunca olvidaré los primeros años, mientras montaba mi negocio, en quetemía ir al supermercado. Rezaba para que la tarjeta de crédito dijera que sí, que podía pagar mi escasa compra.

Y cuando mi entorno más cercano me preguntaba “¿y qué tal el proyecto?” yo siempre respondía “¡bien, muy bien!”, aunque por dentro quería llorar.

Debía un montón de dinero, trabajaba como una loca y aún así no conseguía ganar suficiente ni para pagar mis gastos más básicos.

Hoy voy a hablarte de cómo sucedió todo esto, incluyendo mis humildes inicios, llenos de errores de novata, y mis éxitos y cuánto tardaron en llegar.

Mi esperanza es que te inspire a confiar en ti mismo y en tu proyecto, aunque todavía no tengas ingresos o estés cambiando totalmente de sector.

Ojalá te pueda ahorrar algún fracaso con mi experiencia de crear una marca de ropa handmade, seas maker, aspirante a serlo o emprendedor en otro sector.

De hecho en mi blog, Mireia Solsona, enseño a artistas y artesanas a convertir su hobby en una fuente de ingresos estables. Mi misión es hacer que conceptos esotéricos como “margen de beneficio”, “SEO” o “marketing” sean menos lejanos, más prácticos e, incluso, divertidos. Formación empresarial para Makers, made easy

Verás en este artículo que pongo mucho énfasis en Etsy, que es la plataforma on-lineque me ayudó a hacer realidad mi sueño. De hecho, llamo a mi querida comunidad “Etsy Lovers” (risas). Pronto entenderás por qué somos unos enamorados. ¿Empezamos?

De frustrada a forrada 

Cuando empecé mi proyecto hace 12 años, recuerdo sentirme completamente perdida y sola. La gente de mi alrededor no confiaba en que consiguiera vivir de mi marca. Pensaban “¡bah, un hobby de la niña!”. No me tomaban en serio.

Si juntas las dudas de mi familia, las de mis amigos y las mías propias, entenderás que me fuera muy difícil tomar la decisión de abordar seriamente mi propio proyecto.

Pero era 2007 y yo por entonces estaba trabajando como arquitecta. Sí, sí, arquitecta. Durante 2007. En España. Ya sabes el resto de la historia, ¿no?

Cuando la crisis en España devastó el sector inmobiliario y todos los nuevos proyectos de construcción se paralizaron de golpe, me encontré con una bonita licenciatura en el bolsillo, pero sin trabajo. Entonces decidí que era el momento de apostar por mí y por mi proyecto emprendedor.

Desde pequeña yo siempre hacía “cositas” de manualidades: pulseras, collares, faldas y vestidos.  De hecho, tengo fotos sonrojantes de la Mireia “teenager” vendiendo collares como churros a turistas en la playa de Blanes.

Pero fue viajando por la India como se me abrió la mente hacia la tradición del diseño convertible. Y es que en culturas como la Hindú o la antigua Grecia, la moda se ha basado mucho en ropa convertible que te permite llevar una pieza de varias formas. No solo porque sea muy práctico, sino porque es atractivo, económico y ajustable a cada cuerpo.

Con mis ganas de crear, la idea de la ropa convertible y una ausencia total de horizonte profesional como arquitecta, empecé mi marca Mimètik Bcn.

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Aunque a día de hoy Mimètik está especializada en vestidos bohemios de novia y de fiesta, empezó siendo una firma de vestidos convertibles para que la mujer urbana los lleve en el día a día.

Durante los primeros años, yo era Juan Palomo en mi proyecto, es decir, lo hacía todo: el diseño, el marketing, las fotos, la comunicación… ¡to-do! Recuerdo mis inicios con mucho cariño; fueron años muy duros de trabajo pero vividos con mucha ilusión.

Poco a poco, empecé a profesionalizarme y a meterme dentro del mundo de la moda. No tenía ni idea de cómo conectar con un mundo que me apasionaba, pero que a la vez me era totalmente desconocido.

Así que me moví un montón: me apunté a todos los eventos, desfiles, presentaciones, markets, etc. para ser visible y dar a conocer mi marca.

Durante los primeros años, mi estrategia de venta se basó en tres pilares: vender mi ropa handmade en los markets, también a través de stock en tiendas y montando mi propia página web.

Siendo honesta, las tres estrategias fueron un fracaso. Aprendí mucho por el camino, pero casi me rendí debido al cansancio, al gasto económico y a la decepción.

Me gustaría remarcar porqué estas tres estrategias no me funcionaron y porqué finalmente aposté por la venta on-line a través de Etsy, con la esperanza de ayudarte a evitarlos en tu proyecto handmade o en cualquier otro proyecto de emprendimiento.

Tres errores al crear mi marca handmade

Primer error: participar en casi todos los markets de España

Hoy, visto desde la distancia, me doy cuenta de las enormes ganas que tenía de tirar adelante mi marca, darla a conocer y vender mis diseños.

El canal de venta más evidente y rápido era participar en markets de jóvenes diseñadores, donde el público está formado básicamente por chicas interesadas en adquirir moda directa del diseñador/a.

La mayoría de markets en los que participaba me iban más o menos bien en términos económicos, incluso a nivel de contactos con diseñadores y retailers.

Pero participar en ellos suponía demasiadas horas de preparación, de desplazamientos, de estar de pie en el market atendiendo a las clientas, de montaje y desmontaje, de noches de hotel… y al final el beneficio económico era mínimo después de tantos gastos -sin contar el desgaste físico y emocional-.

Además, me di cuenta de que mis diseños, en el entorno de un market, sedevaluaban, ya que había quien intentaba regatear el precio de mis vestidos o que no apreciaba el trabajo que había detrás de ellos, y eso me hacía sentir fatal. Me debilitaba.

Es decir, los markets no me daban el retorno de beneficio que merecía todo el esfuerzo invertido. Además, estaba siempre a expensas de la organización del market ya que:

  • Si no hacían promoción y publicidad del evento, no venía gente y, por lo tanto, no se vendía
  • Si me tocaba un stand alejado del circuito principal, la gente no pasaba por delante de mi puesto y, en consecuencia, no me descubrían ni compraban.
  • Si la iluminación del espacio no era buena, la colección no lucía.

En resumen, demasiados factores que no podía controlar. Y como emprendedora, he aprendido a ser muy cauta en basar mi éxito en lo que hacen (o no hacen) otras personas.

Finalmente, me percaté de que en los markets yo quería jugar en primera división cuando en realidad era muy, muy pequeña.

Por ejemplo, cuando aún no tenía ni idea de cómo funcionaba el sector de la moda, decidí participar en la feria The Brandery (una súper mega feria de mucho nivel).

Y no solo una vez, no: participé en las dos primeras ediciones, pensando que en la primera “no había tenido suerte”.

Me costó un dineral y la repercusión fue nula. No tenía conocimientos de negociación, ni del sector, ni una colección de ropa a dos años vista. En fin, un desastre que me descapitalizó por completo y del que me costó meses recuperarme, sobre todo del batacazo emocional.

Segundo error: basar mi crecimiento dejando stock en depósito en tiendas de otros

La verdad es que me emocionaba cada vez que una propietaria me daba la oportunidad de dejar mis vestidos convertibles a depósito en su tienda.

Llegó un momento, en 2009, en que tenía más de 30 puntos de venta en toda España en depósito. Imagínate qué dineral repartido por todo el país. Y qué trabajo de control de stock… o más bien descontrol.

No te exagero si te digo que una tercera parte de estas tiendas me robaron. Sí, sí, tal cual. Unas cuantas cerraron el chiringuito sin dejar rastro y se quedaron con mi stock y el dinero que mis ventas habían generado.

Otras tiendas simplemente me dijeron que no tenían dinero para pagarme los vestidos que ya habían vendido, pero que me devolvían el stock que les quedaba.

También hubo tiendas que sufrieron robos y no se hicieron responsables. Así que las pérdidas las tuve que asumir yo.

Obviamente, así no se puede basar el crecimiento de ninguna marca, a no ser que tengas un capital inicial brutal y quieras arriesgarlo de esta forma. Sin duda, es mucho más inteligente vender antes de producir.

Tercer errormontar un web propia sin tener ni idea… ¡ni tráfico!

Mi primera web con tienda on-line se inauguró en 2008. No tenía ni idea de qué era el marketing on-line, ni el SEO, ni el posicionamiento web, ni cómo encontrar a mi cliente ideal, ni cómo hacer envíos internacionales.

Y sin toda esta información era, en fin, poco probable que tuviera éxito vendiendo mis vestidos convertibles en mi tienda on-line.

¿Pero quién pensaba yo que iba a encontrar esta web? La creé pensando que llegaría una gran ola de clientes. Y, en realidad,no tenía ni idea de cómo atraer tráfico a la web, ni mucho menos sabía cómo atraer a los clientes adecuados.  

Así que solo llegó a mis oídos el solitario sonido de los grillos: cero ingresos y mucho, mucho tiempo perdido.

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Por suerte encontré Etsy

En el año 2009, ya en plena crisis económica, vi clarísimo que tenía que cambiar de rumbo: ninguna de mis tres estrategias estaba funcionando y la situación económica del país no permitía la apuesta por nuevos proyectos. Así que pensé que la solución era exportar.

Pero estaba llena de miedos y dudas (que muchas veces me metían los demás en mi cabeza):  “¿quién compraría un vestido por internet?”. Es la pregunta que todo el mundo me hacía. Además, yo ya había intentado vender en línea a través de mi propia página web, pero como sabes no funcionó.

Pero igualmente quería poder acceder a este mercado internacional porque en España la crisis había paralizado el consumo y me daba cuenta de que, vendiendo a nivel nacional, no podría vivir de mi sueño.

Por suerte, descubrí que podía vender a través de algo llamado Etsy. Lo sé, suena muy peliculero, pero la pura realidad es que apareció ante mí la plataforma de productos handmade donde me podía posicionar y construir mi tienda on-line, es decir, Etsy. Sin tener que depender de un programador. Sin necesidad de tener formación técnica.

Pero no pienses que a partir de aquí todo fue fácil. Es cierto que descubrí Etsy por casualidad, pero el camino hacía el éxito no fue nada casual.

También cometí muchos errores construyendo mi tienda dentro de Etsy. Por ponerte un ejemplo, te diré que subí todos los artículos en castellano, ¡en el año 2009!, cuando de hecho el 95 % de quienes visitaban y compraban en Etsy eran norteamericanos.

¡Y no hablemos de las fotos! Digamos que hacer fotos de mis vestidos con una cámara de tres megapíxeles usando a mi prima como modelo mientras esta posaba con una regadera de jardín como atrezzo, no generaba una gran imagen de profesionalidad.

Aunque había encontrado la plataforma de mis sueños, tenía que seguir luchando. En mi primer año en Etsy tuve cero ventas. Cero.

Aún tengo presente la sensación de desesperación y frustración absoluta. Recuerda: en este momento, esta sumaba ya mi cuarta estrategia fracasada. O eso me parecía.

Menos mal que Etsy publicaba una newsletter mensual con una sección llamada “Quit your day job“, en la que emprendedores makers de USA explicaban sus casos de éxito, cómo habían conseguido dejar sus trabajos convencionales y vivir de sus creaciones gracias a sus tiendas de Etsy.

Así pues fue como me enteré de que en USA había diseñadores que se estaban ganando la vida vendiendo sus artículos handmadea través de Etsy.

Así que ERA POSIBLE. Y me pregunté, “¿por qué no puedo hacerlo yo?” Entonces me concentré en estudiar a fondo los trucos y tácticas que corrían por la red, donde vendedores exitosos compartían sus triunfos.

Y me pasé meses implementando los cambios, haciendo nuevas sesiones de fotos, trabajando mis descripciones y el SEO de mis artículos.

Y…¡ sorpresa, sorpresa! ¡Llegaron las primeras ventas! Estaba emocionadísima, ¡todo mi esfuerzo había merecido la pena! Mi intuición no me había fallado.

Mi periodo de “prueba y error” a lo loco me sirvió para aprender finalmente una estrategia real y empezar a ser solvente en Etsy.

Hoy, después de diez años en Etsy, puedo decir que confío plenamente en esta plataforma y en su habilidad de transformar la vida y negocio de un Maker.

A día de hoy, cuento con más de 6.000 ventas en Etsy, he facturado más de 750.000 euros y he hecho feliz a miles de clientes por todo el mundo. ¡Y vamos a por más!

En mi blog mireiasolsona.com comparto mis conocimientos obtenidos durante estos diez años en Etsy porque quiero ser la guía que ojalá hubiera existido cuando yo empecé en esta plataforma.

Mi misión es mostrarte que tú también puedes conseguir vivir de tu crafty tu pasión. Si te interesa, te invito a unirte a mi comunidad de Etsy Lovers, donde puedes aprender junto con otros makers, mirar video tutoriales y hacer cursos de formación empresarial específicos para artistas y artesanos.

De vivir con miedo y no poder pagar con la tarjeta de crédito en el súper, he pasado a facturar más de 750.000 euros en Etsy.

Créeme: es posible. No es fácil, pero es posible. Por supuesto, los cambios no ocurren de la noche a la mañana ni por arte de magia. Pero la clave de mi éxito consistió fundamentalmente en dejar de hacer ciertas cosas y empezar a hacer otras.

Si eres maker, emprendedor o aspirante, te animo a soñar con vivir de tu pasión, pero también déjame preguntarte: ¿estás tomando los pasos necesarios y adecuados para lograrlo?

Plantéate si estás en el lugar correcto para tener éxito, si tienes los conocimientos necesarios y si estás poniendo tu esfuerzo donde debes.

Como has visto, 12 años dan para mucho, y mi vida ha cambiado enormemente y a mejor, tanto a nivel personal como profesional.

En estos años, he visto crecer mi sueño desde ser una fantasía hasta convertirlo en realidad. Durante este tiempo también he crecido yo: he madurado, he aprendido e, incluso, he sido madre.

El camino no ha sido fácil, pues Mimètik Bcn ha ido creciendo poco a poco con mucho esfuerzo. Con Mimètik Bcn, mi motivación principal siempre ha sido y será ayudar a más mujeres a sentirse confiadas, preciosas y, sobre todo, auténticas.

Y ahora con “Etsy Lovers” mi motivación también es ayudar a esta comunidad de artistas, artesanos y emprendedores a poder vivir de lo que les apasiona.

Espero haberte ayudado con mi historia y te invito a compartir tus experiencias y preguntas en los comentarios.


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