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Disponer de herramientas que permitan diagnosticar el riesgo de parto prematuro es de grandísima ayuda para los profesionales de la sanidad, ya que se estima que, cada año, 15 millones de partos en el mundo son prematuros.
Además, nos encontramos ante la primera causa de mortalidad infantil entre los niños y niñas menores de cinco años según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que hace aún más necesario poder contar con herramientas de este tipo.
Por eso hoy queremos hablarte de Fine Birth, un dispositivo desarrollado por la startup granadina Innitius que ha sido creado con el objetivo de diagnosticar el riesgo de parto prematuro y las posibilidades de éxito de inducción al parto.
Fine Birth es capaz de diagnosticar el riesgo de parto prematuro en tiempo real
El dispositivo Fine Birth desarrollado por Innitius tiene el poder de diagnosticar el riesgo de parto prematuro en tiempo real, así como de determinar cuáles son las probabilidades de éxito si se lleva a cabo una inducción al parto.
Pero, ¿qué es en realidad Fine Birth? Se trata de una sonda intravaginal que analiza cómo el tejido del cuello del útero responde a un nuevo tipo de onda, las ondas de torsión.
Las propiedades mecánicas de estas variaciones del tejido se incorporan a un algoritmo de inteligencia artificial y se obtiene el diagnóstico.
Tal como ha señalado el emprendedor Rubén Molina, CEO y fundador de Innitius, “Fine Birth es sencillo de usar. El ginecólogo no tiene que interpretar imágenes de un software, únicamente recibe un diagnóstico en tiempo real”.
Gracias a este innovador y novedoso proyecto emprendedor, ahora existe la posibilidad de diagnosticar el riesgo de parto prematuro en tiempo real en la semana 20 del embarazo, así como conocer la efectividad del fármaco administrado en la inducción al parto.
A pesar de que a día de hoy la fiabilidad de las técnicas existentes para diagnosticar el parto prematuro espontáneo es superior al 90 %, el proceso tiene una duración aproximada de dos horas.
Además, el coste de recurrir a este tipo de técnicas supone más de 800 millones de euros al año para los sistemas sanitarios de Estados Unidos y del continente europeo.
Con Fine Birth, en cambio, es posible adaptar su tecnología a las pruebas actuales para emitir un diagnóstico en tiempo real sin que ello traiga consigo una modificación de los protocolos clínicos.
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