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La cerveza es una bebida que hace las delicias de hombres y mujeres desde tiempos inmemoriales, lo que ha llevado a multitud de emprendedores a fabricar y comercializar su propia cerveza artesana.
Es el caso de Cervezas Monkey, una entidad fundada por emprendedores españoles; por unos empresarios que han querido contarnos su historia y que nos han explicado cuál fue el origen de este proyecto lleno de ilusiones, trabajo duro, dificultades, ganas de crecer y optimismo.
Descubre cómo empezó todo de la mano de sus creadores.
La historia de la marca de cerveza artesana Cervezas Monkey
Cervezas Monkey nace de la necesidad, por un lado de la necesidad de ganarnos la vida esquivando los ERES de las empresas a las que pertenecíamos y, por el otro, de la «Necesidad» de hacer algo que realmente queríamos hacer.
La verdad es que, si mirabas nuestra trayectoria profesional y de aprendizaje, todos los pasos que habíamos dado hasta entonces se dirigían a la creación de nuestra propia marca de cerveza.
Es como cuando en una relación llega el momento del compromiso y nuestra relación con la cerveza artesana era lo suficientemente sólida como para dar el gran paso… Se puede decir que estábamos enamorados hasta las trancas. Así que unimos fuerzas lanzándonos a esto de fabricar cerveza artesana.
Al principio nos planteamos ser nómadas (elaborar en otras fábricas) pero esa idea se desechó, supongo que porque queríamos un lugar donde investigar, experimentar, hacer realmente lo que nos surgiera en ese momento… No todo sale bien a la primera.
Con las recetas de cerveza artesana vas jugando hasta que consigues el sabor que objetivamente quieres. Aun así, se mantienen en evolución constante, innovando y creando para ir un paso más allá.
La creación de una máquina patentada
Fue la necesidad de nuevo la que nos llevó a crear la «Monkey Brew Machine». Nosotros, al principio, contamos con terceros para que nos hiciesen una máquina, pero empezaron a demorarse y en el último momento antes de firmar nos subieron el precio.
Nuevamente, nos paramos a pensar en qué era lo que verdaderamente queríamos. Armonizamos la tecnología con la pureza del proceso artesano y creamos nuestra máquina patentada. Al final, todo el proceso de creación de la fábrica duró dos años.
Esos dos años peleamos, nos frustramos y ahora no sé si lo repetiría, pero el resultado ha sido increíble. Un montón de ideas en evolución constante se han plasmado en nuestro proyecto, haciéndonos lo que somos ahora y, lo mejor, la base de lo que podemos llegar a ser.
Monkey permanece en esencia como ha nacido no hace más de tres años, aunque estamos en la calle hace solo uno. Digo que permanece porque seguimos a la expectativa. Tenemos las mismas inquietudes de descubrir todo el mundo de la cerveza artesana y eso, en parte, es el secreto de avanzar. El otro secreto es, sin duda, el trabajo duro.
Un proyecto emprendedor que se expande por el territorio español
Ahora estamos expandiéndonos a nivel nacional con nuestra cerveza. Además, resulta que este es el año del Mono Rojo de Fuego Chino, lo que ha llevado a los chinos a fijarse en Monkey. Otro gran proyecto es Cervezas Valle del Kash, una cervecera de Vallecas, en Madrid, que ha confiado en nosotros para implantar nuestra maquinaria en sus instalaciones, otro gran sueño compartido.
Supongo que convertir lo que amas en tu forma de vida es un lujo, que si encima puedes compartir, te satisface enormemente. Así que gracias a todos los que comparten esto con nosotros y seguimos trabajando duro.