La transformación digital sigue revolucionando la forma en la que los consumidores interactúan con las marcas, sobre todo en el sector del ecommerce. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay casi 20 millones de personas comprando en línea, lo que provoca que las empresas tengan que invertir en su reputación online para ser competitivas y relevantes en un mercado en expansión.
Como consecuencia, el gasto medio por consumidor ha aumentado un 3,5% hasta superar los 282 euros. El volumen de mercado en España supera los 60.000 millones anuales, siendo la reputación digital y el SEO los pilares fundamentales para las empresas que quieren crecer en el sector del ecommerce.
La reputación en Internet es ya un factor crítico que ayuda a los consumidores a tomar decisiones de compra. Un informe que Aecoc ha publicado recientemente revela que el 67% de los compradores realizan transacciones tanto en tiendas online como en físicas. El Estudio Anual de Conversión en E-Commerce y Negocios Digitales destaca que el 81,7% de los consumidores comparan productos en varias webs antes de realizar una compra.
Por eso, según apuntan los expertos, se está produciendo un aumento de la inversión en lo que respecta a este concepto hasta hace unos años muy desconocido. «Un simple comentario negativo puede alterar la percepción de muchos posibles compradores«, explica Maxence Marius, director general de Eskimoz España.
«El proceso es claro: el consumidor busca un producto en la web, revisa los primeros resultados y compara opiniones. Si una marca aparece en las primeras posiciones con reseñas positivas, las ventas están prácticamente aseguradas«, ha añadido.
Sin embargo, ¿a qué se refiere la reputación online? El proceso, como indican los especialistas, requiere de una estrategia muy marcada y que influye en otros aspectos, como el posicionamiento. Todo forma parte de la estrategia digital diseñada.
Las noticias o comentarios negativos que aparecen en la web perjudican a la reputación online. También es necesario trabajarla cuando la competencia en el sector es muy elevada, o incluso cuando se lanza un nuevo producto que requiere de una visión positiva desde el inicio.
No obstante, construir y mantener una reputación digital positiva no es algo sencillo. Los expertos señalan que la gestión de la reputación online es un proceso a largo plazo que involucra varios factores, incluyendo la optimización para motores de búsqueda (SEO). Para ello es necesario crear contenido relevante y útil para la audiencia, así como delimitar unas palabras clave que representen a la marca y conseguir los llamados blacklinks de autoridad, entre otras cosas.
Estas estrategias, implementadas correctamente, pueden contribuir significativamente a mejorar la reputación online de una empresa, lo cual es crucial en un mercado digital en constante evolución. Los datos confirman que el ecommerce seguirá creciendo y, por lo tanto, también la relevancia de la estrategia digital. La inversión en la gestión de la reputación online y SEO no solo impacta positivamente en la visibilidad y credibilidad de una marca, sino que también es un paso esencial hacia el éxito sostenido en el auge de este nuevo comercio.