Zonas de Bajas Emisiones, el taller se alza como socio clave para mantener los vehículos en circulación


Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) no son ya una novedad ocasional en las grandes ciudades y es que se están convirtiendo en el marco regulatorio que obliga a muchas urbes a replantear la movilidad urbana y obliga al parque automovilístico a adaptarse. En España, la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética establece que los municipios de más de 50.000 habitantes (alrededor de 149 localidades) deben implantar una ZBE, y los informes más recientes indican que pese al mandato sólo un 32,5% de las localidades obligadas la tienen plenamente operativa.

Este contexto regula restricciones de acceso, circulación o aparcamiento a vehículos más contaminantes, pero también genera un reto práctico. Muchos conductores y muchos talleres se encuentran ante la necesidad de adaptar los vehículos para que siguieran circulando dentro del área urbanasin que ello implique un coste prohibitivo.

EL TALLER COMO ALIDO DE LA MOVILIDAD LEGAL

“El taller ha dejado de ser únicamente el lugar al que acudes cuando algo se rompe. Hoy es un aliado estratégico para el conductor que quiere seguir en circulación en una ciudad con ZBE”, explica Jan Amat, consejero delegado de Recomotor, el primer distribuidor de piezas recuperadas para talleres y profesionales de la automoción.

Gracias a esta realidad, los talleres pueden ofrecer al conductor alternativas asequibles para componentes clave en emisiones como catalizadores, filtros de partículas (DPF) o sondas NOx, sin perder trazabilidad ni garantía.

TRAZABILIDAD Y CONFIANZA

“La trazabilidad no es solo un requisito técnico, sino una forma de decirle al cliente ‘sabemos lo que estamos haciendo y tú también puedes saberlo’”, afirma Jan Amat.

En el mundo del recambio, esto significa que el origen de la pieza, su estado real y qué controles ha pasado quedan claros. Cuando esa información está disponible, “no solo se genera transparencia, sino que se reducen riesgos y se fortalece la relación con el cliente”, añade el CEO de Recomotor.

UNA SOLUCIÓN VIABLE PARA LA ADAPTACIÓN

Los recambios recuperados se presentan como una alternativa eficaz frente a la subida de precios de recambios nuevos y frente a la urgencia que muchas veces implica la adaptación del vehículo. Según datos sectoriales, en el primer trimestre de 2025 los recambios ya representan el 61% de la factura total de intervención en taller, frente al 49% de 2009.

Y en el terreno ambiental, España alcanzó en 2023 una tasa del 88% en reutilización y reciclado de vehículos fuera de uso, y más del 93% en recuperación total, lo que demuestra que el sistema de piezas recuperadas está cada vez más consolidado.

Para los talleres que aprovechan piezas certificadas con garantía, como las que ofrece Recomotor, la ecuación es doblemente interesante: permiten mantener el vehículo apto para circular dentro de la ZBE, y lo hacen con costes sensiblemente menores que con piezas nuevas.

ECONOMÍA CIRCULAR Y MOVILIDAD URBANA SOSTENIBLE

El marco legal tampoco es un lujo. El Real Decreto 265/2021 obliga a que los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) sean los únicos habilitados para extraer piezas de vehículos al final de su vida útil, destinando al menos el 95% del peso del vehículo a valorización y un 85% a reutilización o reciclado.

De este modo, la reutilización de piezas con garantías no solo es una herramienta de coste y eficacia, sino también un vector real de sostenibilidad. “Estamos en un punto en el que reparar mejor es también una forma de ser más sostenibles”, concluye Jan Amat, que añade que “cada pieza recuperada supone menos residuos, menos emisiones derivadas de fabricar componente nuevo y un vehículo que puede seguir circulando con todas las garantías legales”.


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