Qué ocurre con las piezas de un vehículo siniestrado


La sostenibilidad se ha convertido en una parte esencial del mundo del motor.  El reciclaje y el reaprovechamiento de los componentes resultará clave para alcanzar los ambiciosos planes ambientales. De hecho, hoy por hoy y según cifras de Recomotor, el mayor distribuidor de piezas recuperadas para talleres y profesionales de la automoción, la economía circular ya permite recuperar hasta el 95% de las partes de un automóvil, volviéndose a emplear en la industria o destinándolas a otros fines.

Pero, ¿qué ocurre con las piezas del vehículo siniestrado? ¿Pueden reciclarse? “Cuando un vehículo sufre un siniestro, ya sea por un accidente de tráfico, daño por desastre u otras razones, las piezas del vehículo pueden ser gestionadas de diversas maneras, dependiendo de la gravedad del daño y las políticas del propietario del vehículo, las compañías de seguros y las leyes”, explica Marc Cuñat, responsable de recambios de Recomotor

En el caso de España, el proceso para que un vehículo sea declarado siniestro o siniestro total, hay unos pasos a seguir: el primer paso pasa por un perito que valore el estado del vehículo accidentado y calcule el coste de la reparación, para posteriormente realizar un informe del vehículo. El experto de Recomotor mantiene que “aunque el vehículo sea declarado siniestro, éste se puede llegar a reparar y se puede dejar en óptimas condiciones para que vuelva a circular por las carreteras”. No obstante, para que sea declarado siniestro total debe tener unos daños bastante graves para que el valor de reparación sea más elevado que el valor venal del vehículo, que viene declarado por unas tablas (edad, kilómetros, marca, modelo, etc.).

A partir de ese momento, el vehículo se lleva a un centro autorizado para su tratamiento y retirada del parque automovilístico español. “Una vez el vehículo accede al ‘desguace’, este mismo evalúa el daño que tiene y qué piezas puede llegar a aprovechar para vender o que otras para reciclar”, matiza Marc Cuñat. Por cada vehículo se trata de una forma distinta debido a que pueden entrar desde coches que lleguen siniestrados o coches que se han dado de baja porque se les ha acabado su vida útil.

En un coche siniestrado, las piezas que se suelen recuperar dependen en gran medida de la gravedad del daño y del estado general del vehículo. Desde Recomotor señalan que las piezas que suelen recuperarse son:

  • Motor. El vehículo si accede al desguace por un golpe y este no se ve afectado, se realizan distintas pruebas como que no tenga un sobrecalentamiento, prueba de compresiones y estado visual del motor, si supera todas estas pruebas se puede recuperar ya que es el ‘corazón’ del vehículo
  • Transmisión: Si se puede llegar a poner las marchas para comprobar que esta no tenga ningún ruido y no tenga ningún daño se puede aprovechar como el motor ya que es un elemento caro del vehículo. También se puede aprovechar los diferenciales en caso de que sean tracción trasera o a las cuatro ruedas, también se aprovechan las transmisiones si no están dañadas.
  • Componentes electrónicos como módulos, sensores o unidades de control se aprovechan si el vehículo no accede por problemas eléctricos y/o electrónicos.
  • Partes de la carrocería como puertas, capó, maletero y otras partes que no estén dañadas severamente pueden recuperarse y utilizarse como repuestos.
  • Sistemas de suspensión y frenos.
  • Llantas y ruedas. Si las llantas si no están golpeadas se pueden aprovechar, los neumáticos por un normal al ser un elemento de seguridad activa no se recomiendan su ‘recirculación’ sino que por un normal se reciclan.
  • Asientos y tapicería. Los asientos y salpicadero si no están dañados porque hayan saltado los sistemas de seguridad pasiva (airbags) se pueden aprovechar en perfectas condiciones.
  • Radiadores y sistemas de refrigeración. Si no han sufrido daños importantes, los radiadores y otros componentes del sistema de refrigeración y el de calefacción pueden ser recuperados.


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