Desde el 1 de junio de 2021 está en vigor la nueva Ley de Electricidad, que ha generado un sinfín de especulaciones, malos entendidos y bulos de todo tipo, tanto que, mucha gente a día de hoy aún no ha logrado entender la realidad a la que se enfrentará en cada factura y el porqué de que se haya implantado esta nueva normativa.
Órdenes de la UE
La reestructuración que se ha aplicado responde a un mandato de la Unión Europea. Aparentemente y según recoge el Real Decreto – Ley 1/2019, no se había respetado (en la antigua normativa de 2016) las directivas e indicaciones que el Parlamento Europeo había sugerido aplicar, al mercado interno de la electricidad.
Eficiencia
Según se explica en la nueva Ley de Electricidad, cada una de las modificaciones aplicadas se orientan a que los usuarios sean capaces, no solamente de generar un ahorro importante en su consumo de la electricidad, sino que, al poder elegir en qué franjas horarias realizar los mayores gastos, esta normativa influye para que exista un consumo más eficiente.
Además de promover un ahorro energético en todos los usuarios, ya que la nueva ley se aplica a particulares y empresas por igual, desde el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico creen que, también servirá para que mucha gente se decante por el autoconsumo y para ayudar al despliegue de la movilidad eléctrica.
Términos
En cada factura que se recibe mes a mes hay dos tipos de cobro, uno se denomina «término fijo» y es una cantidad que se debe abonar, así no se realice ningún consumo, algo así como un derecho de uso de la red y del servicio. El término variable es el que refleja la cantidad de electricidad que se ha gastado. En esta nueva ley electricidad, estos elementos se calcularán de forma diferente a como venía haciéndose hasta ahora.
Tramos
Las anteriores normativas no contemplaban el concepto de los tramos horarios, es decir unas franjas dentro de las que los costes de las tarifas de luz tuviesen una incidencia especial. A partir de la vigencia de esta ley, de lunes a viernes hay tres periodos de tiempo fijados: entre las 00 y las 8 la electricidad es más barata, una tarifa que también comprende a los fines de semana.
Costes
En cuanto a la forma de calcular el valor de los kW, lamentablemente no ha cambiado nada, porque se sigue dependiendo de la subasta energética diaria, que es la forma en la que se determina el coste de lo que se consumirá de un día para el otro, en base a un cálculo estimativo.
Si bien hay fuentes que son mucho más baratas (eólica, solar) que las otras (gas natural, producción nuclear, carbón), la sumatoria final de la energía que se adquiere diariamente se hace en base al precio de la más cara, por lo que el ahorro del consumidor vendrá dado por su adaptación a los tramos horarios más económicos”