Las actividades extraescolares, vitales para la conciliación de las familias, así como para el desarrollo mental y físico de los niños, están en el punto de mira con el regreso a las aulas. Con el inminente inicio del curso escolar, estas actividades que mejoran el nivel educativo, las relaciones interpersonales y aumentan la motivación de los alumnos, corren especial peligro a causa del Covid-19.
“Las actividades extraescolares son fundamentales para completar el sistema educativo actual. Aprender disciplinas, como la música desde edades tempranas, aumenta la autoestima de los alumnos puesto que desarrollan cualidades personales”, explica Paqui Castro, fundadora de Mago Diapasón, que añade que “proporcionar a los pequeños las herramientas adecuadas para que desarrollen sus capacidades cerebrales y creativas al máximo, le garantizará beneficios a su bienestar emocional, sobre todo, ahora que son más necesarios que nunca”.
En el caso del Mago Diapasón, un método de educación auditiva y estimulación de las aptitudes musicales en niños/as desde los 6 meses hasta los 6-7 años, la compañía ha adaptado su tradicional método de enseñanza para impartirlo de forma online a raíz del confinamiento. Con ello, consiguieron que los niños puedan seguir disfrutando de todos los beneficios de una actividad extraescolar en su propio hogar y sin ningún tipo de riesgo. “De forma lúdica y distendida, nuestros hijos pueden descubrir y adquirir con Mago Diapasón nuevos conocimientos musicales mientras se divierten”, señala Castro.
Desde hace más de 30 años, este método, presente en toda la geografía española a través de una red de profesores cualificados, se imparte de forma presencial en centros educativos. Este año, además, lo hacen salvaguardando la salud de los alumnos al no mezclar niños de diferentes clases y respetando los grupos burbujas de las escuelas infantiles.
Actualmente existen profesores oficiales de Mago Diapasón por toda España y México, pero el método está en plena expansión impartiendo nuevas formaciones cada seis meses.
BENEFICIOS DE LA MÚSICA EN LA PRIMERA INFANCIA
Como padres todos queremos lo mejor para nuestros hijos y nos preocupa su bienestar mental, físico e intelectual. En este sentido, la música es una parte esencial e importante de la vida de un niño y ofrece muchas ventajas que pueden beneficiar positivamente a nuestros hijos a medida que crecen. Desde Mago Diapasón destacan cinco beneficios que la música puede aportar a los pequeños:
- Ayuda a mejorar su capacidad intelectual. Múltiples estudios científicos han demostrado que la música ofrece numerosas ventajas para la salud de los más pequeños. Uno de estos beneficios es que ayuda a mejorar su capacidad intelectual y la memoria. La música ayuda a estimular el hemisferio derecho y favorece el desarrollo de la lectura, las matemáticas y la parte más emocional. Esto por sí solo debería ser suficiente motivación para querer que nuestros hijos se involucren con este tipo de actividades.
- Ayuda a desarrollar habilidades sociales. Mientras crecen, muchos niños se enfrentarán al desafío de adaptarse socialmente. La mejor manera de ayudarlos a superar esta situación es animarlos a aprender a tocar un instrumento musical o formar parte de un coro. Esto les ayuda a desarrollar habilidades sociales, a relacionarse con las personas, a trabajar en equipo, así como les enseña técnicas de liderazgo y disciplina y a apreciar las recompensas y los logros.
- La música permite desarrollar la confianza. Aprender a tocar un instrumento musical puede ayudar mucho a reforzar la confianza. Cuando un niño se da cuenta de que puede desarrollar una habilidad por sí mismo, experimenta un impulso en su confianza. A medida que pase el tiempo, mejorará y tendrán aún más confianza en sus posibilidades.
- Inspira creatividad. Los músicos son algunas de las personas más creativas de la sociedad. Ya sea identificando una nota, reproduciéndola correctamente o tocando un instrumento, los niños desarrollan su espíritu creativo. Algo que les puede aportar una ventaja el resto de su vida.
- La música enseña paciencia. Si alguna vez hemos observado tocar a un conjunto de música, lo más destacable, más allá de la calidad musical, es la paciencia de cada músico. Los miembros deben esperar la señal de la persona a cargo antes de tocar o de lo contrario no habrá armonía en la pieza que estén tocando. Esto es lo mismo que ocurre con los niños que aprenden a reconocer e interpretar cualquier sonido.