La tranquilidad también se automatiza: así protege la tecnología una segunda residencia


 

Las segundas residencias han dejado de ser un lujo para convertirse en una responsabilidad. ¿Está la casa bien cerrada? ¿Se ha activado el riego? ¿Alguien ha entrado? ¿Podríamos encender el aire acondicionado o la calefacción antes de nuestra llegada? Las preguntas son muchas, pero la respuesta puede ser una sola: automatización inteligente.

Desde Loxone, especialistas en soluciones de automatización de edificios, señalan que cada vez más propietarios están optando por convertir sus segundas residencias en hogares inteligentes, sobre todo por motivos de seguridad, ahorro energético y control a distancia, sin depender de terceros ni pagar cuotas mensuales.

Control total, incluso desde lejos

Gracias a la tecnología, los propietarios pueden consultar en tiempo real el estado de su vivienda: saber si hay alguna ventana abierta, si se ha detectado consumo eléctrico o de agua inesperado, activar o desactivar la climatización antes de llegar, revisar el estado de las persianas o comprobar que el jardín ha sido regado. Todo, desde el móvil y con un solo sistema.

Seguridad sin cuotas ni falsas alarmas

La simulación de presencia mediante movimientos automatizados de luces y persianas disuade visitas no deseadas, mientras que los sensores de puertas, ventanas y presencia pueden activar una alarma en caso de intrusión. Además, añaden desde Loxone, se pueden configurar alarmas técnicas ante riesgo de humo o fugas de agua, protegiendo el valor del inmueble y los bienes dentro incluso en largas temporadas de ausencia.

Accesos bajo control

Para aquellos que comparten su segunda residencia con familiares o la alquilan durante ciertos periodos, es posible gestionar los accesos con total seguridad y flexibilidad. En Loxone proponen la instalación de un Intercom o un teclado con códigos NFC personalizados, permitiendo saber quién entra, cuándo y durante cuánto tiempo, sin necesidad de entregar llaves físicas ni estar presente.

Instalación sencilla y sin dependencia de Internet para control local

Una gran ventaja que señalan desde Loxone es que la instalación puede realizarse fácilmente en viviendas ya construidas, gracias a dispositivos que se conectan de forma inalámbrica y no requieren grandes obras. Y lo mejor: no dependen del WiFi ni del proveedor de Internet para funcionar en local, lo que garantiza fiabilidad incluso cuando no hay conexión.

Sin costes ocultos

A diferencia de otros sistemas, aquí no existen cuotas mensuales ni contratos de mantenimiento obligatorios. La inversión se hace una sola vez y ofrece tranquilidad durante años, sin letra pequeña.

Más información en https://www.loxone.com/eses/smart-home/segundas-residencias/


LO MÁS VISTO

NOTICIAS RELACIONADAS