Los precios y su evolución, la oferta y la demanda, el perfil de compradores e inquilinos, de empresas y superficies comerciales. Todo ha cambiado como consecuencia de la crisis sanitaria, y muchas de las nuevas tendencias y formas de vivir, consumir y trabajar que han venido en el último año y medio, han llegado para quedarse.
Según cuenta el consultor inmobiliario Eduardo Molet, una de las primera cosas que cambiaron en el sector es la forma de relacionarse de compradores y vendedores. “Hoy en día, un 4% de las viviendas se compran sin visita presencial, y aunque es un porcentaje muy pequeño, esto era impensable antes de la pandemia”.
Auge y caída de la vivienda: la cosa va por barrios
Los confinamientos y el teletrabajo han propiciado cambios importantes en el tipo de vivienda que más se demanda. “Las más buscadas son las que tienen jardines o terrazas, y en su defecto, balcones amplios”. Molet explica que, en la ciudad, los bajos con zona exterior están entre los preferidos de los que buscan cambiar de vivienda, así como los áticos con terraza. “Y a esto hay que sumarle que, con el teletrabajo, la gente está buscando pisos o casas más grandes en las que poder disponer de espacio de oficina”.
Como en la ciudad los precios no paran de subir desde antes de la pandemia (se calcula que este año lo harán hasta por encima del 5%) y no es mucha la oferta que cumple con los anteriores requisitos, gran parte de la demanda se está desplazando a pueblos o localidades cercanas, lo que también está afectando al precio de la vivienda. “En estas zonas los precios pueden subir por encima del 15%, y la demanda se ha disparado hasta un 200%. El problema es que no son muchos los que pueden permitirse vender lo que tienen para comprar algo más grande y, en general, más caro”.
Ante la imposibilidad para muchos de hacer este cambio, Molet apunta hacia las zonas de costa, que están experimentando un resurgir de la segunda residencia. “La Comunidad Valenciana o Murcia han visto aumentar el número de compraventas en estos últimos meses, y buena prueba de ello es que han sido muchos los nacionales que han elegido estos destinos para pasar sus vacaciones”, remarca el consultor, que apunta a una subida en la demanda de este tipo de vivienda de hasta el 11%. Esto ha hecho que en la costa mediterránea los precios hayan crecido por encima del 8%, casi el doble que en las grandes ciudades.
Todo esto tiene su reflejo en el número de compraventas, al alza desde junio y superando previsiones. “Si nos fijamos en los datos de los notarios, han llegado a crecer por encima del 70% respecto a hace un año”. Molet también apunta a una mayor concesión de créditos hipotecarios, que están permitiendo ofrecer una salida a una demanda con solvencia económica que permanecía embalsada desde antes de la pandemia”.
Superficies comerciales y oficinas, las grandes damnificadas
El teletrabajo también es el responsable del declive de otros dos grandes protagonistas del mercado inmobiliario: las oficinas y los locales comerciales. Las primeras han visto descender sus precios hasta un 30%. “El trabajo en remoto o híbrido está redefiniendo completamente la relación de empleados y las empresas con los espacios de trabajo. Algunas prescinden de la oficina y ya tienen a todos sus trabajadores operando desde sus casas, y los que apuestan por un modelo mixto de teletrabajo y presencialidad, ya no necesitan tantos metros cuadrados y buscan oficinas y espacios más pequeños”. Así, la superficie que ocupa un negocio ha caído una media del 30%.
Que la gente pase más tiempo en sus casas teletrabajando o confinados también ha comportado cambios en los hábitos de consumo que tienen su efecto en el mercado inmobiliario de los locales comerciales. El ecommerce y el delivery han supuesto el cierre de miles de tiendas y locales de restauración, como cafeterías, bares y restaurante. “Un mayor consumo de puertas para dentro de nuestro hogar, obliga a muchos negocios a redefinir su modelo empresarial o a cesar la actividad, y esto al final se traduce en muchos cierres”.
Las cifras de los últimos meses así lo indican: las operaciones de compraventa de locales comerciales cayeron a la mitad en el último año, y el precio de estos alquileres ha descendido en un porcentaje similar. A esto hay que sumar la apuesta por el canal online por parte de grandes grupos de retail, que ya están cerrando centenares de tiendas físicas en toda España. “Todo esto está redefiniendo el mercado inmobiliario español y cambiando el aspecto de ciudades y pueblos a lo largo y ancho de toda España”, concluye Eduardo Molet.
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