Fibromialgia y alimentación: cómo el ayuno puede ayudar a aliviar el dolor crónico y el cansancio


Adaptar una estrategia de ayuno en mujeres que sufren esta enfermedad silenciosa y combinarlo con una correcta hidratación, manteniendo el equilibrio electrolítico en el cuerpo, son claves para reducir los efectos inflamatorios y mejorar los síntomas. Jesús Domínguez, director técnico de MiAyuno.es explica cómo hacerlo.

La fibromialgia es una enfermedad muy frecuente, que afecta al 2 % de la población, más a las mujeres, (nueve veces más que a los hombres), y suele aparecer a partir de los 30-40 años. Tanto es así que, en la actualidad, el tratamiento convencional para estas enfermedades, que justifican una invalidez laboral permanente en muchos países occidentales, pasa por diferentes estrategias analgésicas, desde antiinflamatorios hasta opiáceos e incluso antidepresivos.

Sin embargo, según Jesús Domínguez, director técnico de Miayuno.es. existen otras estrategias para hacer frente a estas afecciones o al menos mejorar su sintomatología, entre ellas la práctica del ayuno prolongado, la práctica natural más analgésica (contra el dolor) que se conoce. Y es que, tras el ayuno, los síntomas mejoran claramente por dos motivos: en primer lugar, por la estimulación que el ayuno produce de los mecanismos antioxidantes y antiinflamatorios fisiológicos, y, en segundo lugar, gracias a la depuración de toxinas e impurezas que tiene lugar en el organismo.

Alimentos que ayudan a mejorar la sintomatología. Estrategia de ayuno

Las enfermedades inflamatorias tienen posiblemente su origen en la hiperpermeabilidad intestinal. Y es que, el intestino, inflamado, no cumple con su función barrera y deja pasar todo tipo de sustancias.

Por lo que, una alimentación rica en verduras, hierbas y especias, grasas saludables y fibra, como aguacate; cúrcuma; aceite de coco; rúcula; manzana; chucrut; brócoli o aceite de lino, entre otros y en cambio pobre en cereales refinados, productos procesados, azúcares, alcohol y otros tóxicos, facilitará el proceso antiinflamatorio necesario para revertir la situación.

Igualmente, para hacer una buena preparación del intestino, desde MiAyuno proponen ir comiendo progresivamente menos desde tres días antes del inicio del ayuno y es posible hacerlo a partir de este ejemplo de pauta de dieta preparatoria para el ayuno:

 

Comidas Día -3 Día -2 Día -1
Desayuno Zumo de medio limón con agua tibia. Fruta de temporada + té verde Zumo de medio limón con agua tibia. Fruta hervida + té verde Zumo de medio limón con agua tibia. Fruta hervida + té verde
Comida Ensalada de espinacas con nueces y arroz hervido. Si se pasa hambre: fruta Brócoli hervido con patata. Si se pasa hambre: fruta Crema de calabaza con patata. Si se pasa hambre: fruta
Cena Verduras al vapor y tortilla de gambas. Agua con bicarbonato Crema de calabacín. Agua con bicarbonato Caldo vegetal.

Agua con bicarbonato

Cómo preparar agua con bicarbonato en casa:

1 litro de agua, 1 cuchara de café de bicarbonato, media cuchara de sal marina, 1 cuchara de miel, 1 zumo de un limón. Mezclar y beber durante el día en lugar del agua habitual.

La importancia de una correcta hidratación para comer bien y mejorar los síntomas

Otro de los aspectos que está íntimamente relacionado con estas enfermedades es la presencia de electrolitos en el líquido orgánico. Por eso, sin padecer estas enfermedades, podemos estar cansados por tener una baja cantidad de electrolitos en el cuerpo.  De hecho, podemos beber mucha agua, pero sin electrolitos, y, por lo tanto, al sudar y orinar se pierden y no se reponen, por eso es aconsejable en esos casos beber agua con limón, bicarbonato, sal marina y miel; en unas semanas se recuperan los electrolitos y la sintomatología irá remitiendo progresivamente.

Por otro lado, y para entender que muchas veces comemos mal o mostramos ansiedad por comer, no por hambre sino por una mala hidratación. Por este motivo relacionamos aumentar los niveles de bicarbonato de sodio (NaHCO3), del organismo, con una mejoría interesante en muchos aspectos del bienestar. Esto es porque sobre todo ayuda a mantener un buen equilibrio de electrolitos (positivos y negativos) en el organismo lo que garantiza un óptimo nivel de bienestar porque nos permite evitar comer dulce muchas veces lo que se relaciona con gran cantidad de enfermedades modernas (obesidad, dolor, diabetes mellitus, hipercolesterinemia, enfermedades cardiovasculares, o hipertensión arterial, entre otras.

“Tenemos que ser conscientes de lo importante que es mantener unos buenos hábitos de vida para mantener el bienestar, ya que estos hábitos de vida correctos garantizan que el pH de la sangre y de todo el organismo esté más cerca de los valores ideales que garantizan nuestro bienestar”, añade Domínguez.

Por lo que, desde MiAyuno se atreven a afirmar que “mantener una buena hidratación depende mucho más de un correcto equilibrio entre electrolitos (positivos y negativos) en el cuerpo que de la cantidad de agua que bebamos a lo largo del día”. Esto no quiere decir que no debamos beber agua, pero sí que es fundamental que el agua nos aporte electrolitos especialmente aquellos negativos que se encuentran naturalmente disueltos en el agua en forma de carbonatos (CO3) o ácido carbónico (HCO3), de este modo ayudamos al organismo haciéndole más fácil mantener el equilibrio electrolítico.

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